Es el CEO de TradexFirm International y delegado de Aragón Exterior (Arex) en Reino Unido y hoy, a través de esta institución, impartirá el seminario ‘Ready for Brexit. Cambios relevantes para exportadores’ en el que analizará el horizonte comercial con este país desde el 1 de enero.

-Apenas queda poco más de un mes para el día 1, ¿cómo viven las empresas españolas y británicas esa incertidumbre?

-Las negociaciones se están viendo afectadas por motivo del COVID, así como de polémicas internas entre los partidos políticos de Reino Unido, coyuntura que no está ayudando en absoluto al gobierno británico. El virus está afectando al país y azotándolo, situación que ha tenido parado a la isla en las últimas semanas. Este fin de semana, sin embargo, ha salido el ministro de Exteriores británico dando esperanzas, con noticias positivas acerca de esta última semana de negociaciones con la UE, donde sostiene que están cada vez más cerca de un posible acuerdo positivo en la salida de Reino Unido de Europa. Las empresas españolas están en un bucle de incertidumbre que, sumado por la crisis del virus, está haciendo posponer todo tipo de decisiones hasta el 2021. Estimamos que para inicio del año, junto con la llegada de la vacuna, las negociaciones sean positivas y las empresas tengan ya mucha más información, así como un panorama más normal con la posible mejora y vuelta a la normalidad.

-¿Qué cambios normativos se esperan para el nuevo horizonte entre Europa y el Reino Unido?

-La decisión del Reino Unido de dejar de participar en el mercado único y en la unión aduanera de la UE, poniendo con ello fin a la libre circulación de personas, mercancías y servicios a partir del 31 de diciembre del 2020, modificará significativamente desde esa fecha la relación entre nosotros y el Reino Unido en lo que atañe a las empresas españolas. Estos cambios son inevitables, con independencia del resultado de las negociaciones en curso. Aunque las normativas están semanalmente actualizándose y muchas de ellas aún no están totalmente negociadas, los principales cambios sin duda serán la imposición arancelaria para mercancías en los puertos de entrada británicos. Al ser considerado como un tercer país fuera del bloque europeo, los trámites burocráticos aumentarán considerablemente, los productos españoles aumentarán su valor económico para el cliente final británico debido a los aranceles que van a ser sujetos en su entrada. Esto nos hará menos competitivos con respecto a productos de otros países, a pesar de nuestra cercanía y situación estratégica. Por otro lado, la libre circulación de personas, con lo que personas de mi generación nacimos como algo lógico y natural, pasará a entradas por visados y pasaportes, algo impensable años atrás. Esto afectará mucho al mercado de trabajo, algo que ya se está observando desde hace meses (quizás también por la pérdida de puestos de trabajo originados por el virus). El acceso al mercado inglés ya no será libre por lo que para que un español pueda trabajar en empresas físicas en Reino Unido deberá pasar una serie de requisitos, que impedirán y perjudicaran mucho la creación de empleo.

-¿Qué perfil tienen las empresas aragonesas que trabajan con ustedes y cuáles son sus principales temores?

-La mayoría de las empresas aragonesas con las que trabajamos son del sector agroalimentario, sector en el que nos caracterizamos por ser expertos entre el comercio bilateral Reino Unido- España. Desde productores de fruta de hueso hasta cárnicos, trufas, lácteos, etc., pasando también por el sector vinícola, muy importante en la región. Anualmente organizamos una feria en Londres donde durante un día, en uno de los restaurantes españoles más lujosos en la 'City'. Atraemos a más de 40 importadores y distribuidores de vino del país para que conozcan los maravillosos vinos de la tierra. Las consultas y temores que nos llegan desde empresas aragonesas vienen relacionados con las negociaciones pertinentes del 'brexit': aranceles para la exportación, cómo deben prepararse, nueva documentación, cuáles son las fases del 'brexit' empezando el 1 de Enero del 2021 y en qué les afecta, etc.

-¿Qué funciones realiza con Arex en territorio británico?

-Ayudamos a AREX y, por ende, a las empresas aragonesas a romper la barrera británica de comercio bilateral. Atraemos oportunidades de negocio, estamos continuamente 'in situ' en todos los eventos, visitamos a importadores y distribuidores y les preguntamos: '¿qué necesitáis?'. En definitiva, nos acercamos mucho al inglés para que nos especifique, en formatos y volúmenes, qué necesita de Aragón e intentamos presentarle, de la forma más correcta y atractiva posible, la variedad y el sinfín de productos de calidad de la tierra. Desde nuestras oficinas en el centro de Londres también ayudamos a tener presencia física: cerramos agendas privadas de reuniones con importadores británicos, hacemos acompañamiento a ferias y a reuniones para interpretación, realizamos estudios de mercado pormenorizados y sentándonos cara a cara con la empresa inglesa, relaciones institucionales, así como todo tipo de servicio o necesidad que puedan tener las empresas en Reino Unido. Hace poco hemos abierto una ventanilla de consultas sobre Brexit y durante los próximos meses estaremos '24/7' ayudando y resolviendo todo tipo de consultas que las empresas puedan necesitar.

-El sector agroalimentario es fuerte en las exportaciones aragonesas, ¿cómo les afecta esta situación?

-La principal duda va a ser al final de año, cuando se sepa exactamente qué tipo de arancel van a aplicar al sector. Hay que entender que las importaciones de producto fresco son una necesidad básica para Reino Unido y para todos los que vivimos aquí: no hay producción local que abastezca a la población. De hecho, como sabemos, la necesidad de importación de productos hortofrutícolas es gigante y el reconocimiento de marca y de producto español en Reino Unido es altísimo, por lo que esperamos y deseamos que se llegue a un acuerdo favorable en este sector, tan importante para todos, también para los ingleses: pasarán de la noche a la mañana a pagar un 20% más en sus frutas y verduras en los supermercados, dependiendo del resultado del 'brexit'. Por otro lado, en los envíos y transporte con Reino Unido, a día de hoy ya hay grandes colas de tráfico para entrar en el país y aún no se han implantado controles. Estos controles irán entrando paulatinamente, hasta que a partir del 1 de julio del 2021 las entradas serán por puntos fronterizos específicos, muchos de ellos se están construyendo ahora mismo. Estos puntos van a reforzar los controles y mínimo el 1% de cada uno de nuestros envíos va a ser inspeccionado. El control burocrático va a aumentar de forma considerable, por lo que se recomienda tener todo esto en cuenta para evitar problemas con los envíos y posibles problemas con la Hacienda británica (que sólo conllevarán a mayores costes por posible incautación de producto y sus consecuentes pagos por el almacenaje de los mismos en depósitos ingleses).

-¿Qué consecuencias tendría para las empresas de esta comunidad si no se llega a un acuerdo antes de fin de año?

-Pérdida de competitividad en los productos debido a la aplicación de aranceles de entrada. Esto sólo conlleva a que somos más caros para el consumidor final. Otros países fuera de la UE y con convenios acordados con Reino Unido se beneficiarán, se igualarán las fuerzas y comprar para un importador inglés a un productor australiano o chileno ya no será tan desigual en temas de precios. No obstante, sigo pensando que nuestra cercanía, posicionamiento, calidad de producto, así como relación existente entre compradores y productores (muchas relaciones datan de años de comercio) nos servirán para que las negociaciones sean positivas a nuestro favor.

-¿Qué les recomienda a los empresarios aragoneses que ahora mismo exportan a este mercado?

-Me considero una persona positiva y esto mueve el mundo. Desde mi perspectiva, el mercado inglés seguirá siendo importante en los años venideros por la necesidad imperativa que tienen ellos de consumo. Por otro lado, ante la expectativa e incertidumbre, muchos productores competidores europeos desistirán y moverán ficha en otros mercados: este es el momento de ganar peso y nicho de mercado. Por otro lado, conocemos bien a los ingleses y estoy seguro de que cuando las nuevas operaciones con otros países no europeos, sobre todo los transportes, den problemas de retrasos de envíos y otras formalidades que no están acostumbrados a tener, el inglés volverá a nosotros, a quienes conoce, en quienes confía y simplemente tenemos que estar ahí para aprovechar las oportunidades.

-¿Tiene esperanzas en que la situación se resuelva de una manera óptima?

-Por supuesto. Confío en que sí y así será. La calidad, profesionalidad, el esfuerzo y los años atrás que llevamos invertidos en este país no van a cambiar por esta decisión. No obstante, creo que las negociaciones serán beneficiosas, y no existirá un 'hard brexit'. Las mayores empresas de infraestructura, comunicación, electricidad y construcción españolas están instaladas en Reino Unido y ganan terreno cada año. La calidad de los productos españoles está ya más que contrastada y los ingleses consumen diariamente los productos mediterráneos nuestros.