Es el presidente de la asociación de venezolanos Mi Querencia, que ayuda a la integración de la población emigrada desde el país en Aragón. Llegó hace diez años a Zaragoza, una ciudad que comparte nombre con una famosa fiesta venezolana...

Ayer fue el Día de los Santos Inocentes aquí, pero hay una región de Venezuela que celebra La Zaragoza. ¿Qué es?

En el Estado de Lara hay una población con mucha importancia histórica para nosotros, Sanare. Allí se celebra la fiesta de La Zaragoza, una tradición que cuenta con trescientos años de historia. Es un día de fiesta popular en el pueblo y, como en cualquier fiesta, existe una gran alegría, jolgorio, bailes, diversión...

¿Qué tiene de curiosa?

Tiene una esencia troncal en lo que ocurre en Zaragoza en las fiestas del Pilar. Se hacen bailes y figuras similares a las de los cabezudos. Esto forma parte del proceso de transculturización: adoptamos costumbres hispánicas al ser una antigua colonia.

¿De dónde puede venir esta tradición?

Por lo que he preguntado, se debe a que en el proceso de colonización de la zona de Lara participó un gran número de zaragozanos y aragoneses.

Qué interesante... ¿Existe una relación especial entre Aragón y Venezuela?

En realidad, es parecida a la que existe con todo el país. Tenemos costumbres similares y hemos asumido conductas y comportamientos hispánicos en cuanto a alimentación, fiestas… El proceso de transculturación enriquece y suma en todo.

Un ejemplo.

Hay cientos. Uno son los tambores de Calanda, ya que utilizamos tambores similares en nuestras gaitas zulianas, un género musical típico del sur venezolano.

Además de en las fiestas, ¿son parecidos los aragoneses y los venezolanos?

¡Hay mucha similitud! Más de la que ustedes piensan. Nosotros desarrollamos el continente americano acogiendo costumbres ibéricas y españolas. Es fascinante la relación que encuentras no solo en Venezuela sino en toda América: todo se parece y tiene la misma esencia. Me refiero, por ejemplo, a las relaciones con la familia, a la forma de llevar el día a día o las costumbres alimentarias. Dentro de nuestra gastronomía asumimos platos de aquí.

Mencióneme uno de esos platos.

Justamente en esa región de Lara comemos una variedad de cordero gracias a los aragoneses que se llama chivo. No es el ternasco, ya que no es la misma raza de ovino, pero ¡la hemos adoptado por costumbres de aquí!

¿Cómo es la situación de los venezolanos que viven en Aragón?

Las dificultades de Venezuela han hecho que la emigración se convierta en nuestra realidad actual y vamos poco a poco asumiendo posiciones dentro de la población, sumándonos y aprendiendo del día a día aragonés. En Aragón, a fecha de comienzo de la pandemia, había 3.000 venezolanos censados.

Para apoyar a los venezolanos emigrados existe la asociación Mi querencia. ¿Qué hacen desde allí?

El espíritu de nuestra asociación es prestar asesoría legal a los venezolanos que vienen como perseguidos políticos y que, además, necesitan ayudas de urgencia y de formación profesional para ayudar a la sociedad. Lo primero que hacemos es orientarles en qué hacer al llegar, cómo regularizar su situación, cómo conseguir un trabajo y cómo sumarse al esfuerzo local