Actriz, fotógrafa y directora de cine nacida en Huesca hace 19 años. Estrena este miércoles en Huesca (Teatro Olimpia) y este jueves en Filmoteca de Zaragoza, el cortometraje Otra forma de caminar, que aborda el tema de la integración de las personas con discapacidad, a través del día a día de Josan Rodríguez Zamora, al que un atropello en la puerta de la discoteca Manhattan de Huesca dejó ciego y mutilado de las dos piernas.

-¿Cómo es esa otra forma de caminar?

-Queríamos mostrar que la gente con discapacidad tiene otra forma de caminar, por un lado, física; pero también que todos podemos hacer lo mismo aunque sea de manera diferente.

-Una de las preguntas que se hace en el documental es si vivimos en una sociedad inclusiva. ¿Lo hacemos?

-En algunas partes sí y en otras no. Hay un fragmento del documental en el que se hace un programa de radio, que existe realmente, que son los Bandidos de la Hoya, que se hace en Huesca; y allí es donde se plantean estas preguntas directamente a gente con discapacidad. Todos coincidimos en que se ha avanzado mucho a lo largo de estos años pero sí que es cierto que si alguien en una silla de ruedas quiere subir a un castillo, muchas veces tiene que quedarse abajo y mirarlo desde fuera porque no tiene acceso para subir.

-Hemos avanzado, es cierto, pero ¿es necesario recordar cada día que las ciudades no están adaptadas para discapacitados?

-Sí, totalmente. Aún queda mucho por hacer. Yo, desde que empecé a preparar el documental en junio del 2018, me acuerdo que iba por la calle y decía, fíjate, pues Josan, el protagonista, no podría pasar por aquí porque no hay marca para ciegos o no pueden acceder sillas. Me di cuenta de que hay más lugares de los que creemos a los que una persona en silla de ruedas no puede acceder.

-No nos damos cuenta hasta que lo vivimos en primera persona.

-El documental pretende ayudar en cierto punto a darnos cuenta lo que a simple vista no vemos.

-‘Otra forma de caminar’ sigue los pasos de Josan Rodríguez Zamora. ¿Cómo es su vida?

-Pues básicamente es igual a la de todos nosotros, pero sí que es cierto que tiene partes de su casa que están adaptadas. Además Josan es una persona muy vital y alegre. Se levanta y todas las mañanas y da las gracias por poder vivir un día más. Le gusta muchísimo bailar y eso se enseña en el cortometraje.

-¿Tiene moraleja?

-Creo que tiene muchas. Desde el defender el derecho a que cada uno pueda elegir lo que hacer con su vida, incluso morir si es lo que se quiere, hasta aprender a mirar la discapacidad no como algo diferente; si no que todos somos iguales.

-Se estrena en Huesca y Zaragoza. Cual es el recorrido posterior?

-Tenemos idea de mostrarlo en colegios e institutos, hacer una guía didáctica y enviarlo a festivales...

-Ya en el plano más personal. Está estudiando en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga.

-En Aragón no hay una Escuela superior de Arte Dramático, solo la municipal pero si quieres estudiar tienes que irte fuera. Estaba entre Madrid y Málaga y me vine aquí.

¿Cómo le va?

-Bien, pero es muy diferente. Yo soy de Huesca, una ciudad pequeña, y de repente me vengo a Málaga que para ir al centro tengo dos horas andando y es mucho cambio.

-Actriz, fotógrafa, directora... ¿Con qué se queda?

-Yo quiero actuar, eso lo tengo claro, quiero que ese sea mi trabajo aunque es bastante difícil, pero no dejaré ni de dirigir ni de hacer fotos.

-Le eligieron entre las 50 personas más influyentes de la Generación Z según la revista SModa de Generación ZSModaEl País

-Yo no me considero influyente. No entiendo por qué pero lo agradezco muchísimo y si algún día lo llego a ser, que sea para bien y no para mal.