Junto al también investigador H. G. Tomás ha escrito su primer libro, ‘La mastaba sin nombre’. El primero de la saga ‘Las naves de Horus’ con el que estos aragoneses quieren descifrar mitos que siguen siendo todo un misterio.

—¿Nos recomienda su libro como lectura para este verano?

—Es ideal. El lector va a desplegar toda la imaginación de su niñez, porque todo el libro es una aventura, de principio a fin, aunque su trasfondo sí cuenta con algunos datos científicos que revelan cuestiones importantes del pasado. El texto tiene un cincuenta por cien de veracidad científica y otro cincuenta por cien de ficción para desarrollar la historia.

—¿Cuál es la trama?

—La historia empieza en una mastaba o tumba egipcia antigua del valle de las tres pirámides. Allí, a una mastaba sin nombre, enviaron los americanos a una supuesta misión arqueológica con una serie de aparatos detallados en el libro. Y digo supuesta porque lo cierto es que la CIA iba detrás de unos pictogramas que indicarían dónde cayó una nave miles de años atrás. Cuando el arqueólogo se introdujo y puso en marcha una máquina de barridos láser de profundidad se hundió todo. Los egipcios los expulsaron del país. Años después, el encargado de dicho aparato descubrió qué es lo que realmente ocurrió allí. Esta parte real del relato da pie al libro de ficción.

—¿Puede adelantar la parte ficticia?

—La aventura une pasado y presente en un relato trepidante. El pasado se desarrolla en la época egipcia de la Primera Dinastía durante el reinado del faraón Keops. Una historia que llega a manos de tres agentes de la CIA. A partir de ahí se van descubriendo una serie de revelaciones y se viaja a España, EEUU, Guatemala y Nicaragua para responder a mitos como la construcción de las pirámides o Stonehenge.

—El libro tiene dos autores, ¿no resulta complicado escribir a cuatro manos?

—No, porque nos repartimos el trabajo. La parte narrativa es mía y la científica es de Tomás.

—¿Cómo van las ventas del libro?

—A la gente le gusta. Es una autoedición y la promoción es dura. Está en las tiendas digitales y con la librería Albareda estuvimos en la feria del libro. Estas cosas no las haces por dinero. Este libro es resultado de cuatro años de trabajo.

—Es el primer volumen de una saga. ¿Han empezado el segundo?

—Estamos muy avanzados. La aventura continúa, pero con otro descubrimiento, relacionado con las tablillas sumerias y que hemos interpretado de una manera inédita hasta ahora.

—¿Son ‘fans’ de Iker Jiménez y ‘Cuarto Milenio’?

—Claro. Tomás más que yo. Y somos admiradores de J. J. Benítez.

—¿Cómo es que no han aparecido en su programa con sus descubrimientos?

—Lo hemos intentado, pero ni nos contestan. Ya llegará el día.

—¿Creen en los extraterrestres?

—-No los llamamos así, pero sí que hay cosas que te dan qué pensar. De hecho, junto a más gente, avisté en los años 80 un ovni en lo alto de La Muela. Tenía forma de ovoide y era completamente blanco, pero no deslumbraba. Ahora bien, no creemos que los extraterrestres hayan construido nada en la Tierra.