Actriz aragonesa. Esta ha sido su década prodigiosa, en la que ha ganado hasta un Goya, con permiso de Lorca. Está a punto de estrenar ‘El último show’ y hasta un disco de ‘chanson’. El martes despedirá el año en las campanadas de Aragón TV.

-Usted sí que sabe despedir el año... ¡Y dando ‘la campanada’, en Aragón TV!

-¡Estoy muy nerviosa! Con todos los fantasmas rondando por la cabeza y pensando: «¡a que me atraganto en directo con las uvas!» (risas). A ver, es un honor estar ahí con Blanca Liso y con Miguel Ángel Tirado. Y una responsabilidad.

-Tanto Miguel Ángel Tirado --‘Marianico’, para algunos-- como usted, están ahí dando las campanadas por ‘El último Show’, la primera ficción de Aragón TV, que está a punto de estrenarse.

-Cierto; es una celebración. Y ha sido un lujazo. Yo tenía muchas ganas de trabajar con Álex Rodrigo, director de la serie, cuyo trabajo seguía. Y lo he hecho en una ficción en el que también ha habido grandísimos actores de mi tierra, como Laura Gómez Lacueva, o Miguel Ángel, que ha sido un descubrimiento en ese papel.

-Por cierto, en la función él es su ‘ex’...

-Es que en la serie he tenido de todo: un exmarido, un novio --Armando del Río-- veinte años más joven que yo, un admirador... Estoy que voy a empezar a ponerme tonta, ¡pero tonta de verdad! (risas)

-Últimamente, todos los años son «su año». Hace un mes, recibió el Augusto del Festival de Cine de Zaragoza. Despidiendo este 2019 pone el broche a la que quizás ha sido su década prodigiosa.

-La verdad es que este año ha sido espectacular. Y lo del Festival de Cine de Zaragoza fue emocionante. Yo ya no puedo pedir más. Soy hija predilecta de mi ciudad, he sido pregonera, tengo los premios de todos los festivales de cine de Aragón...

-Y, ¿dónde los guarda?

-En mi casa de Madrid, con el Goya que gané por La Novia, el Feroz o mi Dama de Fuentes, que tiene un sitio especial. Ella es mi bastión, mi premio favorito, porque fue casi el primero de todos. Es gratificante recibirlos, aunque los mejores galardones los recibo por la calle, cuando, de repente, una señora me para para para decirme «qué guapa estás, maña».

--Cuando echa la vista atrás, ¿que ve?

-Yo he tenido mucha suerte y he estado muy bien asesorada. Mi madre me decía siempre: «Hija mía, muérete viva, no vivas muerta». A veces, me preguntan: ¿Cuándo te jubilas?. Y yo, siempre pienso lo mismo. A mí me jubilará la vida, porque pienso seguir trabajando hasta que me muera.

--¿Cómo pasó de la filología inglesa y el periodismo al teatro?

-Había estudiado filología, pero en periodismo me matriculé y poco más. A mí lo que me gustaba era la farándula y la bohemia, la Barcelona de los años 70. Y, además, tuve la oportunidad de vivirlo en un momento histórico importantísimo. Tuve mucha suerte. Mi primer escenario fue el Principal de Zaragoza, dirigida por el gran Mariano Cariñena. Ahora me recuerdo con 22 añicos... ¡Qué mona era! Y yo, ¡con complejos! Para que veas qué tontas somos de jóvenes.

--Durante años lo suyo fue puro teatro. Aunque había hecho cine, su gran oportunidad en la gran pantalla llegó tarde.

-Empecé a hacer cine de verdad hace diez o doce años. Y los trabajos buenos llegaron a partir de que apareciera en mi vida Paula Ortiz, que marcó un antes y un después. Además de que mantenemos una buena amistad, siempre se lo agradeceré.

--Después de ‘De tu ventana a la mía’ y, sobre todo, ‘La novia’, fueron llegando muchas producciones: ‘Campeones’, ‘La reina del Sur’ o, últimamente, El nudo, por citar algunos… ¿Qué proyectos tiene?

-Este año no pararé. Tengo una cosa en México, otra historia con Juan Diego, un corto...

-Y ese disco del que ya me habló en una entrevista hace tiempo. Aunque ya me dirá qué hace una filóloga inglesa cantando en francés.

-¡Ya tengo el disco que sale a la venta en marzo! Lo hemos grabado en Granada y estoy muy ilusionada con esta historia. Yo empecé a cantar hace tres años. Ahora, quiero ir a Zaragoza, a Huesca, a Jaca... ¡A lugares de mi tierra a cantar! Fíjate, yo creo que en otro vida, si creyese yo en la reencarnación, que no lo tengo muy claro, yo sería francesa

-¿Qué tiene Extremadura, que tanto le ha atrapado?

-¡Tiene una finca maravillosa, a la que no voy! (risas). Es que no me da para todo. Pero Extremadura es una región muy potente, con agua, con verde, con paseos y montaña. Tenemos cosas en común. Como ellos, somos gente generosa, que afronta de manera parecida la vida y la solidaridad y a la que le gusta el bien comer.

-Volviendo a la Nochevieja… ¿Usted es de hacer caso a las supersticiones?

-Yo, por si acaso, llamaré a la suerte, con algo oro y ropa interior roja.