Miguel Ángel Calvo Buttini es un cineasta tudelano, que acaba de estrenar el documental 'El siglo de Galdós', que aborda la faceta más personal del literato, con motivo del centenario de su muerte. En Zaragoza puede verse en Aragonia.

-No era un gran seguidor de Benito Pérez Galdos. ¿Por qué se embarcó en el proyecto?

-Porque uno de los guionistas con los que escribo mis proyectos, Álvaro Lión-Depetre, es un fan de Galdós, está enamorado de su literatura, de su vida. Y el año pasado me dijo que este era el centenario de su muerte y que igual era una buena oportunidad para intentar hacer algo. Él y tenía un tratamiento de la historia y me decidí a abordarla con mi productora.

-La vida de Galdós da para mucho. ¿En qué se han centrado?

-Yo tenía claro que quería centrarme en la faceta más personal de Galdós y que fuera un documental que me gustase verlo en la gran pantalla, que no fuera un documental al uso si no que tuviera toques cinematográficos y centrarnos en la vida personal, que es apasionante, es fundamental. Yo he ido descubriendo a Galdós poco a poco, sobre todo en la fase de montaje. Porque Galdós tiene una correspondencia epistolar con sus amantes que es espectacular. Nos hemos centrado por un lado en tener a unos entrevistados que hablasen de la obra y la vida de Galdós; y luego con instituciones, sobre todo Casa-Museo de Galdós y Biblioteca Nacional, que nos han aportado todo tipo de documentación, sobre todo las cartas, que son un elemento muy cinematográfico.

-¿También hay ficción?

-Sí, toques rodados en plató y en la Biblioteca Nacional como si Galdós hubiera ido a visitar la exposición que hubo a finales del 2019 y hasta febrero. Más o menos queríamos que los entrevistados nos guiasen por la parte personal de Galdós y nosotros añadíamos el resto. Y para mí el tema de las cartas y la relación con sus mujeres, no solo con sus amantes, si no con sus hermanas; el tema de la ceguera... era fundamental y recorrer el Madrid, Santander y Las Palmas como si Galdós viviera ahora.

-Si tuviera que destacar algo de su figura... ¿qué sería?

-Ver que las dos Españas que había antes, la conservadora y la progresista, son igual que las que hay ahora. En su momento impidieron que Galdós consiguiera el Nobel. Cuando lo intentan, la parte conservadora emite cartas a la Academia para que no se lo concedan y pone como oponente suyo a uno de sus grandes amigos, Marcelino Menéndez Pelayo, un tipo muy conservador pero íntimo amigo. Galdós era republicano, liberal, anticlerical, pero la amistad la conservaba tuviera la ideología que tuviera. Por otro lado, la relación con sus mujeres, con sus amantes... era una relación de un hombre de esa época y lo contrapones a los personajes femeninos de su literatura, que son espectaculares... Hay dicotomía extraña. En Misericordia, Fortunata o Tristana son mujeres con una gran personalidad. Luego está el Galdós político es muy interesante o como dibujaba... y todo eso lo hemos descubierto con el documental. Es una vida apasionante, es una personaje del Renacimiento y eso es lo que más está gustando porque se está descubriendo al Galdós más personal porque al novelista entre comillas se conoce más o menos.

-Es un gran desconocido.

-Yo no era un experto. El documental lo pusimos en Las Palmas y estaba su sobrina-biznieta, Caridad, y vino emocionada porque le había encantado, ytambién estaba una biógrafa Yolanda Arecibia.. El Galdós que hemos tenido en mente era serio, con gafas oscuras por el tema de la ceguera... no se ha debido conocer mucho del Galdós personal hasta los años 70 con la biografía de Pedro Ortiz-Armengol. Además, Galdós durante el franquismo fue ocultado por su ideología y luego se ha empezado a descubrir que a nivel personal... están editadas las cartas pero no desde hace mucho... y eso hace que descubras la relación que tenía con su gente. Yo creo que era un hombre con un gran sentido del humor y le encantaba vivir la vida, pese a ser muy metódico. Al surgir biografías, cartas, etc..., se ha empezado a descubrir esa vida personal y nosotros escogimos bien al escoger esa faceta sin olvidarnos de las novelas y obras teatrales. Laia Ripoll y Almudena Grandes son las que abordan esa parte.

-Galdós tuvo una gran relación con Aragón. A Zaragoza le dedicó un Episodio Nacional, una ópera que se estrenó en el Teatro Principal con su presencia; y ambientó una obra teatral en Ansó.

-Nos hemos dejado el 96% de la vida de Galdós pero cuando abordamos el cine, se habla de Segundo de Chomón y esa película que hace sobre Agustina de Aragón y Zaragoza y también aparece el Galdós que dice que uno de los Episodios que más le gustó a él fue el de Zaragoza. No nos centramos ni le dedicamos mucho tiempo porque no lo pudimos hacer. Nos hubiese gustado ir y rodar en Zaragoza e intentamos conseguir apoyos pero no lo logramos. Efectivamente, Galdós tuvo relación y predilección por Zaragoza y por Aragón y él lo dice. Pero es imposible abarcarlo todo.

-¿Daría para una serie)

-Rodamos justo antes del confinamiento. Estuvios confinados montando con la gente de Murcia... yo vi que había para una serie o miniserie de cuatro capítulos. Por un lado hablas de amoríos, de ese siglo de Galdós tan apasionante que le influye, el Galdós novelista o dramaturgo...Ahora hay dos versiones, una larga para salas, que puede verse en Aragonia, y otra de 56 minutos, para el programa Imprescindibles. TVE es coproductora de este documental y lo propuse pero hasta ahora no ha salido pero soy de Tudela y por tanto muy cabezón y hay que seguir intentando y cuando pase esta locura lo volveré a intentar, porque da y es muy cinematográfica su vida.

-¿Qué recorrido tiene el documental?

-Casi se nos fastidia el rodaje con el confinamiento y ahora el estreno con esta segunda ola. Creo que tiene mucho recorrido sobre todo de formación para institutos y centros culturales y nos están llamando de comunidades porque es muy formativo, y también irá a las plataformas.