Tiene 16 años y es una de las grandes promesas del ajedrez nacional. El zaragozano, que comenzó a competir con siete años, acaba de proclamarse campeón de España sub-18 y hace dos años ganó en Grecia el Campeonato del Mundo en la categoría sub-14.

Tiene 16 años y es una de las grandes promesas del ajedrez nacional. ¿Cómo lo ha conseguido?

Yo creo que es una mezcla de constancia, esfuerzo y también de talento. Está claro que hay que entrenar aperturas y ejercitar el cálculo, pero la capacidad de cada uno también influye. A mí desde pequeño se me ha dado bien porque a los nueve años ya empecé a ganar a mi padre. Eso sí, conforme te vas haciendo mayor el entrenamiento es más determinante.

¿Cómo empezó a jugar?

Mi padre jugaba, pero él no fue el que me enseñó. Me apunté a una extraescolar con un amigo de clase y resultó que el profesor estaba en un club de ajedrez. Yo iba a primero de Primaria y al poco tiempo empecé a ganar a compañeros del colegio más mayores. Al profesor le llamó la atención cómo jugaba y me llevó a su club. Y así empezó todo.

De pequeño también jugó al fútbol pero se decantó por el ajedrez...

Sí, jugué bastante al fútbol. Pero a eso de los diez años ya tuve que elegir porque los fines de semana ya me coincidía el partido con el torneo. La decisión tampoco fue difícil porque no era el número uno de España en fútbol (risas).

¿Cuántos días entrena de media?

Ahora ya me regulo yo mismo porque entreno por mi cuenta. Antes cuando iba con el entrenador sí que hacía dos o tres días a la semana. Pero ahora ya lo más importante es el trabajo que haces por tu cuenta. Lo que tienes que ejercitar sobre todo es el cálculo y el conocimiento de aperturas, así que hay días que no hago nada y otros que estudio el doble.

¿Quiénes son sus ídolos?

A nivel mundial me gusta mucho Hikaru Nakamura y, en España, Francisco Vallejo creo que ha sido de los más grandes. En nuestro país nunca hemos tenido un top cinco y él llegó a estar dentro del top diez. España no es una potencia dentro del mundo del ajedrez, pero tampoco somos malos. En los últimos años hemos estado entre el puesto diez y el 15.

¿Le gustaría dedicarse al ajedrez de forma profesional?

Te puedes dedicar de dos maneras: dando clases, que es lo que hace la mayoría, y luego los profesionales que juegan torneos. En España, de estos últimos igual solo hay cinco o seis. Ojalá fuera dentro de un tiempo uno de ellos, pero todavía estoy lejos. Pero sí, a mí lo que más me gusta es la competición. De hecho, cuando hay torneos importantes los sigo.

Esta semana viaja al torneo nacional absoluto por equipos. ¿Qué perspectivas tienen?

En otros campeonatos sí que parto como favorito, pero este es un reto para mí porque hay muchos jugadores profesionales. De hecho, en este torneo solo participan los ocho mejores clubes de España. Es una de las razones por la que estoy dentro del Jaime Casas de Monzón, que es el mejor club de todo Aragón con mucha diferencia.

¿Lo compagina bien con los estudios?

Cada vez se complica más para compaginarlo con las clases, pero de momento lo llevo todo bastante bien. Además, me gusta mucho viajar y conocer gente. Muchos de mis amigos son jugadores de ajedrez.