Pilo Gallizo es una fotógrafa aragonesa. Fruto de los talleres que impartió dentro del proyecto Salud y género a través del teatro como herramienta de transformación social, es la exposición Miradas de género y salud de mujeres aragonesas, organizada por Farmamundi, que puede verse en el Centro Joaquín Roncal hasta el 25 de septiembre. Mujeres de Zaragoza, Huesca y Calamocha son las protagonistas.

-¿Existe una mirada de género a la hora de tratar la salud?

-Por supuesto. Evidentemente los talleres tienen el hilo conductor de la salud y la identidad de género. Como creemos que hay mucho camino por recorrer, es algo muy educativo para todos los públicos.

-¿Qué mujeres son las protagonistas de los talleres y de la exposición?

-Son mujeres aragonesas, más de cien mujeres de varios colectivos, hay una variedad tremenda. Algunas han tenido su primer contacto con la fotografía. Hay mucha variedad y muchos puntos de vista y por tanto, las fotografías son muy diversas.

-¿Qué muestran?

-Hay tres instalaciones, una instalación por población, Zaragoza, Huesca y Calamocha. Y cada participante ha hecho una foto representativa y en la exposición podemos ver estas instalaciones, en las que salen sus autorretratos, realizados con cámaras polaroids, también de cómo les ven otras mujeres del mismo grupo y sus fotos. Y además, documentación mía, así como dos fotos hechas por mi. Y estas fotos están unidas por hilos, elegidos por ellas, de colores… que simbolizan la sororidad entre ellas.

-Son mujeres muy diversas. ¿Qué se buscaba al plantear estos talleres?

-Dar a conocer su realidad. La fotografía participativa es una práctica que visibiliza otras miradas, las no habituales y las presenta como legítimas. Tiene voluntad de empoderar y lo hace a través de una sesión comprometida con nuestra sociedad. En este caso es darles una cámara y que cuenten lo que ellas quieren contar con relación a esta temática, de la salud y el género. Y luego en las imágenes podemos ver de todo, manos, miradas, fotos más conceptuales, otras más documentales, sobre el paso del tiempo, labores domésticas. Vemos infinidad de miradas.

-¿Existe desigualdad a la hora de acercarse a la salud?

-Pues yo creo que sí, uno de los elementos determinantes de la salud es la identidad de género, creo que hay mucho camino por recorrer. Pero no solo la salud entendida como estoy enfermo, sino como bienestar social. Para poner te un ejemplo, la ansiedad y la depresión tienen nombre de mujer. Las mujeres consumen el 75% de psicofármacos a nivel mundial, entonces hay que tener un zoom en estos temas, en los cuidados… en qué significa ser mujer, en mujer y discapacidad, son hechos que hay que saber, contar y generar un pensamiento crítico. Hacer un proyecto de género y salud pretende visualizar las desigualdades entre mujeres y hombres.

-¿Cuál es el camino a recorrer? ¿Cuál es el siguiente paso?

-Estas actividades que organiza Farmamundi son educativas y esta una exposición destinada a todos los públicos. Es importante educar en este sentido y también que la gente sepa que es positivo crear comunidad a través del arte. Los asistentes descubrirán como a través de herramientas como el teatro y las fotografías participativas, hemos conseguido acceder al mundo interno de ellas. Ellas han trabajado sus propias historias de género y salud.

-¿Ha servido de terapia?

-Totalmente, pero no solo para ellas. Yo como conductora y facilitadora, también. Ellas me han aportado muchísimo y es un tiempo que nos dedicamos a nosotras en un espacio de cuidados y autocuidados, donde ellas hacen lo que quieren hacer y nos ha servido a todas.

-Los talleres se impartieron antes de la pandemia. ¿Hubieran sido diferentes de celebrarse ahora?

-Yo creo que no. Claro, estamos muy juntas, bailamos, estamos en un ambiente muy lúdico, pues había que plantearlo de otra manera….

-Me refería a los problemas, que se han agudizado.

-Totalmente. A nivel cuidados, a nivel soledad. En ese sentido sí que se han agudizado.

-¿Qué recorrido tiene la exposición?

-Después del Joaquín Roncal nos gustaría llevarla también a Huesca y Calamocha. Y luego durante este curso que empieza tenemos para hacer la segunda parte del proyecto, en el que seguramente hablemos con otras asociaciones, oras mujeres y quizá demos cabida a hombres, porque creemos que hay hombres muy interesados en conocer la identidad de género y es interesante que participen de este proyecto.