El presidente de la Nicaraguans for Justice, Security and Prosperity estuvo este miércoles en Zaragoza, ciudad que congrega buena parte de los nicaragüenses en España, para conocer a estos compatriotas y presentarles su entidad.

—¿Qué situación vive actualmente Nicaragua?

—Desafortunadamente, Nicaragua continúa con la represión del dictador Daniel Ortega. Continuamos con las violaciones de derechos humanos, con presos políticos. Y las familias, aparte de pasar las dificultades de tener a sus hijos en la cárcel, son también asediados por los sicarios, por la Policía. En cuanto a la economía, desafortunadamente y como producto de esta crisis sociopolítica, ha colapsado. El turismo, por ejemplo, se ha visto afectado de una manera gravísima y seguimos sin el derecho a manifestarnos, como permite la Constitución de Nicaragua.

—¿No se respeta ese derecho ahora mismo?

—Los ciudadanos no podemos salir a la calle a hacer una protesta, ni siquiera es posible hacer una agrupación, aunque sea en una propiedad privada y en un ambiente pacífico. Siempre que se intenta hacer una manifestación llegan los paramilitares y acaba presa la gente, la golpean… y más allá de eso, siguen con los asesinatos. Hace 2 semanas hubo un ataque a la comunidad Mayagna y hubo como seis personas asesinadas a sangre fría y 10 están perdidas, por lo que se supone que están muertos también. La Policía ya no es tal, ahora son sicarios pagados por Ortega.

—¿Se vulneran los derechos humanos, pues?

—Así es. Resulta importante que la comunidad internacional lo tenga claro. La crisis continúa, la gente sigue sufriendo, la manera de la que Daniel -Ortega- maneja la situación en lo relativo a los que no piensan como él o se atreven a desobedecer es dándole cárcel, el exilio o la muerte.

—Ahora se acercan elecciones…

—Sí, en el 2021 las tenemos programadas. Las esperanzas son que nosotros logremos tener unas elecciones libres y justas. Que cada voto cuente y que no volvamos a ser víctimas de un fraude electoral. Esperamos que, en estas elecciones, las sanciones que está imponiendo por ejemplo EEUU presionen a Ortega y que permita que haya instituciones internacionales que puedan estar presentes para garantizar que los resultados sean veraces.

—Hace unos pocos días levantaron el embargo al diario 'La prensa'…

—Es parte de la campaña de manipular la opinión de la comunidad internacional. Había dos periódicos en Nicaragua, El nuevo diario y La prensa. El primero quebró, tuvo que cerrar. En La prensa, entiendo que tuvieron que sacar a la mitad de los empleados. Ahora, por presión, por fin soltaron el material -embargado, tinta y papel- pero eso no cambia la situación en Nicaragua. Todavía no hay libertad de prensa. Uno de los reporteros del Canal 10 fue agredido porque estaba haciendo un reportaje en un piquete de estudiantes, que portaban la bandera de Nicaragua. Esa es otra cosa absurda, es una actitud tan perversa que llevar la bandera de Nicaragua es una ofensa para el Gobierno de Daniel Ortega. Creo que es el único país en el mundo que tiene esa actitud tan perversa.

—¿Al Gobierno le ofende la bandera de su propio país?

—La bandera del partido sandinista es roja y negra, mientras que la de todo el país es azul y blanca, que es la que ofende al dictador.

—También es llamativo que Zaragoza congregue a una buena parte de los nicaragüenses en España, ¿a qué se debe?

—Eso es muy interesante. En varias ocasiones me han preguntado lo mismo, ¿por qué Zaragoza? Es una ciudad bellísima, obviamente, como otras ciudades en España. Ahora, suponemos que la comunidad nicaragüense en Zaragoza ha sido activa y se han organizado bastante bien, y eso ha atraído a otros nicaragüenses que están forzados a salir de su país como producto de la dictadura. Ha sido un destino preferencial para los nica por alguna razón. En España hay más de 30.000 y la gran concentración -superan los 7.000, según los últimos datos del INE- es aquí, en Zaragoza.

—¿Qué van a hacer en esta visita?

—Es con la fundación, para reunirnos con los compatriotas nicaragüenses exiliados en España y saber más de ellos: qué necesidades tienen, de qué manera les podemos apoyar… ahora estamos con un proyecto piloto en el que seleccionamos a 20 familias con niños que tienen necesidades para pagar el piso. Vamos a darles un apoyo a estas familias y ver de qué otra manera podemos servir a la comunidad nicaragüense exiliada.

—¿Qué necesitaría el país para resolver sus problemas?

—Nicaragua tiene una oportunidad de alcanzar la democracia, que el pueblo goce de un Estado de derecho con unas instituciones totalmente apolíticas y que sirvan al pueblo. Es alcanzable si logramos tener unas elecciones libres y justas, pero necesitamos presión de la comunidad internacional. La UE anunció sanciones contra el gobierno de Daniel Ortega, pero no se han implementado. Esperamos que se hagan. Lo mismo en EEUU, con la Nica act, que no se ha implementado del todo. Pero estamos confiados en que si toda esa presión se aplica, el gobierno de Ortega no va a tener otra opción que facilitar que vengan unas elecciones libres y justas, con observadores que vengan a garantizarlo.