Acaba de publicar su primer disco, ‘Éxtasis’, compuesto por diez canciones que son un recorrido por diferentes estilos musicales y para el que ha contado con colaboraciones como las de Gabriel Sopeña y Cuti Vericad.

—¿De dónde surge este Éxtasis?

—Es un disco que engloba canciones de cuatro o cinco años atrás. Surge de que tengo muchas cosas que contar y hace un par de años tomé la determinación de exponerlas porque si no lo dejas plasmado en algo parece que no existe, tenía la necesidad de desempolvar.

—¿Es un exorcismo?

—Eso es. Es una liberación que busca proponer a la gente que escuche las historias.

—¿Es por eso tan versátil musicalmente hablando?

—El que englobe canciones de tanto tiempo hace que haya también diferentes tendencias musicales. Algunas podrían ser indie rock como Éxtasis pero la que estoy con Gabriel (Sopeña) será un rock country más de Nasville… ¿Sabes? Yo ahora estoy escribiendo más canciones y no todas tienen el mismo patrón, no sé escribir con un tipo de estilo muy definido y también te digo que no sé si es bueno o malo. Igual también es por la variedad de gustos musicales que tengo el que me salga cada vez una cosa.

—Ha estado dos años grabando este disco, ¿por qué tanto tiempo?

—Hemos querido cuidarlo tanto que todo el tiempo es poco. Hay que entender también que yo tengo un trabajo para vivir así que son dos años pero no son todos los días ocho horas en el estudio. Hubo un momento en el que hubo que decir ‘ya’ porque si no nos podríamos pegar con el disco 25 años.

—Gabriel Sopeña, Cuti Vericad... cuenta con un plantel de lujo en las colaboraciones.

—Sí. Al fin y al cabo son referentes, sobre todo Gabriel, desde niño pero luego también hay otras colaboraciones muy importantes como Óscar Carreras que es de aquí, Cristina Suey que es la cellista de Malikian... son gente de mucho nivel que han aportado algo fantástico a las canciones aunque aún no he escuchado el disco después de la grabación.

—¿En serio?

—Es como que necesitas un tiempo después de estar todos los días con él. Llegará el día de escucharlo pero sí que estoy muy contento con el resultado.

—¿Tanta colaboración es la prueba de que la música es un trabajo de equipo?

—Nada lo puedes hacer solo. Te tienes que rodear primero de buenas personas y luego cuanto mejores profesionales sean, mejor. Las individualidades no valen para nada.

—Estamos ante un disco muy variado pero exuda amor.

—El amor está en todo. Yo soy una persona que necesita el amor para vivir, es un motor. Necesito hacer las cosas de verdad, no hacerlas por hacer y eso puede ser mucha veces un hándicap porque estás todo el día pensando en eso pero, luego, la recompensa es mayor.

—¿Cómo mediría el éxito de este trabajo?

—El éxito para mí es simplemente conseguir hacer una canción, divertirme con la música... Con cualquier cosa me ilusiono.