Iñaki Urrutia: «Solo pongo una condición al humor: que sea gracioso»

-Creo que, como personaje, me viene al pelo en esta entrevista de domingo. Hoy es un día para echarle humor...

--Habrá que echarle humor pero con responsabilidad, porque si no luego no nos vamos a reír nada de nada.

-Además, usted no se queda al margen. Es más bien de meterse en ‘fregaos’ en las redes. Cuando hay que opinar, opina.

-En otros sitios me llamarían bocazas (risas). Creo que los que tenemos un altavoz tenemos la obligación de meternos en fregaos. Yo soy un tío que nació en Barcelona, que su padre es vasco, su madre es maña y vive en Madrid. Creo que puedo tener una opinión y, por si alguien a le sirve, quiero decir cosas.

-Pues, últimamente, decir cosas a los humoristas les sale caro...

-Yo defiendo la libertad. Solo pongo una condición al humor: que sea gracioso.

-Hablando de humor, empieza gira por Aragón en breve.

-Pues sí, empezamos en nada gira en Aragón con un espectáculo que se llama Atrapado en Aragón. Aún no hay fechas cerradas pero el arranque será entre final de mayo y junio.

-¿El título es un guiño al programa que presenta en Aragón TV?

-Es un guiño, sí, para luego contar yo mi visión del mundo y mi parte en Aragón.

-En realidad, usted sí está atrapado en Aragón, ahora que lo pienso.

-Totalmente. Entre los Atrápame diario, que lleva ya tres años en pantalla y triunfando, la versión prime time del mismo concurso, cuando hago La Extra... Hoy mismo estoy en Alborge porque he venido a celebrar la Virgen de mi pueblo. Y me he pegado toda la Semana Santa aquí. No solo tengo la casa familiar aquí, sino que me compré una propia.

-No me extraña. ¡Hasta en Wikipedia pone que nació en Alborge!

-Sí, la Wikipedia lo pone. Y como a mí me hace mucha gracia, no lo he corregido. Creo que, al final tendré que cambiar mi partida de nacimiento. Lo que pasa es que mi madre es de Escatrón. Pasé todos los veranos hasta los once o doce años allí y, a partir de entonces, en Alborge, de donde eran mis abuelos. Aquí tengo mi cuadrilla de amigos, bodas, bautizos, comuniones... ¡Imagínate!

-Entonces, ¿de dónde es?

-De todos lados, supongo. Es gracioso... Cuando voy al País Vasco a trabajar, como soy de Athletic, dicen que soy vasco.

-¿Y el Zaragoza nunca le tiró?

---Como a veces hablo de fútbol, hay gente que me lo echa en cara. Se puede cambiar de muchas cosas pero no de equipo de fútbol. Yo desde pequeño soy del Athletic. Pero puedo decir que tengo dos camisetas del Real Zaragoza y dos pantalones, porque mi madre siempre intentó llevarme hacía ahí.

-¿Cómo pasa un estudiante de Historia del Arte a ser cómico?

-Yo siempre he sido el típico gamba. En mi pueblo hacía el bingo, chistes... No sabía cómo canalizar esto. Quería estudiar Comunicación Audiovisual y no me llegó la nota, así que decidí estudiar Historia del Arte. Pero un día se cruzó en mi vida el Club de la Comedia. Me presenté y llegué a la final y a partir de ahí la vida empezó a dar vueltas. Si tuviese tiempo, acabaría Historia del Arte, aunque fuera por mis padres, porque se esforzaron mucho en dar una carrera a sus cuatro hijos, siendo ellos muy trabajadores.

-Pero en la tele ha hecho mucho más que monólogos. Su vida es un concurso...

-Cuando tuve la oportunidad, pensé: «¿Por qué no?». Es otra parte donde yo puedo desarrollar la comedia. Fíjate que yo soy un tío con suerte. Hago mía una frase de Groucho Marx que decía algo así como: «Yo soy un vago. Pero como vago, un fracaso». Él no paraba de trabajar y a mí me pasa un poco lo mismo.

-Le pasa en la tele y en la radio. Sigue en la Ser todos los lunes.

-Los lunes en la Ser, con Toni Garrido, en el Hoy por Hoy, hago una colaboración con Dani Mateo. ¡Ahí seguimos! En la radio entré relativamente tarde. Fue una cosa muy friki, en el 2008, con el regreso a la radio de María Teresa Campos y me lo pasé muy bien. Y a partir de ahí pasé a Los 40, a Rock FM... La rueda ya no paró.

-Por cierto, ¿qué le hace reír?

-Mis amigos. Algunos de ellos, cómicos. Con J J Vaquero me río mucho en el escenario, pero cuando estamos tomando una cerveza, me parto...

-Y, ¿qué no le hace ni pizca de gracia?

-La intolerancia. La gente que dice no porque no y hace juicios taxativos no me hace ni pizca de gracia.