Esta almuniense pasa su vida detrás de las cámaras de televisión. Aunque también escribe. Ha convertido una experiencia vital en su primer libro. ‘En la tripita de mamá’ da voz a su hijo Martín. Un cuento de historias menudas.

-Ha hecho de una experiencia real un cuento infantil para estrenarse en el mundo editorial. ¿Cómo surgió ‘En la tripita de mamá’?

-La historia nace a través de las conversaciones que yo tenía con mi hijo mayor, Martín, cuando iba a nacer Álex, el pequeño. El germen son esos momentos en los que yo intentaba explicarle lo que iba a ocurrir, tanto durante el embarazo como cuando ya había nacido, y todas las cosas que tendría que contarle a su hermano cuando saliera de la tripita de mamá. Fue una forma de hacerle partícipe de lo que estaba ocurriendo.

-La voz del libro no es la suya, sino la de su hijo Martín.

-En realidad, Martín tiene dos años (risas). Desde luego, no tiene las cosas tan interiorizadas como el protagonista. Pero sí, cuando empecé a pasar esas conversaciones con él a papel intenté que él fuera el protagonista. Y surgió de manera natural, como el resto de las cosas que tienen que ver con este libro.

-Perdone que disienta desde la experiencia: tener dos hijos pequeños, trabajar y escribir un libro en ratos libres más bien parece un ejercicio sobrenatural.

-Pues la primera vez que empecé a poner en papel nuestras conversaciones fue en un viaje en coche, no con la idea de publicar, sino de conservar esas historias. Luego pensé que mi hermano, que dibuja, podría ilustrar esos reuerdos. Y, al final, acabé mandándolo a una editorial, Mr. Momo, y... ¡Funcionó!

-Este cuento, al final, es un libro didáctico, aunque no haya pretendido serlo...

-La llegada de los hermanos es una preocupación que todos los padres compartimos. Este libro es una forma de explicar (o mi forma de explicar) a un niño que no se queda fuera del ecosistema. Y, por lo menos, con Martín, ha funcionado. De hecho, él se reconoce en la presentación del libro y en todo lo que dice el protagonista. Y hasta reconoce a su padre en los dibujos, aunque a mí menos (risas)... El libro tiene el prólogo de una psicóloga, Patricia Fernández, que, de hecho, habla de la preocupación de todos los padres cuando llega un nuevo miembro a la familia, que es compartida. Aún así, debo decir que mis dos hijos se llevan estupendamente.

-Hoy le hemos puesto en el foco, pero habitualmente, su día a día no tiene nada que ver con esto. Usted trabaja detrás de las cámaras.

-Trabajo en Mediapro, realizando programas para Aragón TV. Al final también cuento historias de otra manera, con imágenes. Algo que ver tiene.

-Y, ¿cómo comenzó a escribir?

-Nunca había escrito, aunque sí fue una niña de muchos cuentos, que compartía historias con su padre y que luego las ha inventado con sus hijos. Siempre he leído. Y, cuando nació Martín, empecé a recuperar todo eso. Con un año, estábamos leyendo El Principito todas las noches. Todos queremos regalar juguetes, pero un libro les hace más felices. Un cuento es un juguete compartido.

-¿Tiene pensado seguir escribiendo?

-Tengo ideas y cosas en la cabeza. Veremos por dónde salen.