Este informático ha creado junto a los investigadores del grupo Init de Teruel un enchufe inteligente que ahorra hasta el 70% de la factura al cargar vehículos eléctricos, que pronto se comercializará. Su tesis ha recibido el ‘cum laude’.

—¿En qué consiste su enchufe?

—Hemos creado una arquitectura que permite la recarga inteligente de los vehículos eléctricos mediante redes vehiculares e internet, de manera que se pueda conocer con antelación la demanda que se va a necesitar. Instalas un dispositivo en el vehículo e introduces unos datos. Esto permite estimar a qué hora vas a llegar al garaje y con qué nivel de batería, es decir, la cantidad de electricidad necesaria y el tiempo de recarga. Las simulaciones que hemos realizado permiten conocer hasta con dos horas de antelación dicha demanda eléctrica.

—¿No existe ningún dispositivo similar?

—No. Pero es que, además, hemos creado métodos de recarga que permiten abaratar el coste de la electricidad. Por ejemplo, llegas con el coche a las siete de la tarde. Si enchufas en ese momento, la electricidad será más cara por la franja horaria. Por eso, hemos creado diferentes algoritmos para que el enchufe planifique la recarga necesaria en los momentos en que resulta más económica. Toda esta teoría la hemos llevado a un prototipo real de recarga inteligente.

—¿Su enchufe está comercializado?

—Aún no, pero hay una licencia de explotación con una empresa de Valencia con la que colaboramos y tratamos de ponerlo a la venta lo antes posible.

—¿Su precio?

—Normalmente este tipo de enchufes rondan los 700 euros. Lo que cueste lo dirá la empresa, pero seguramente será más caro, aunque hay que tener en cuenta que el ahorro en la factura será del 46,9 al 75,2%. Habrá dos modelos, uno que prima el aspecto económico y otro que carga siempre un mínimo por si necesitas usar el coche para una urgencia y el resto, en modo económico. El enchufe se adapta siempre a la tarifa contratada por el usuario.

—¿Tiene un coche eléctrico?

—No tengo ni carnet. En el grupo de investigación Init, que pertenece a la Universidad de Zaragoza, trabajan con redes vehiculares y sistemas inteligentes de transporte. Y a la hora de hacer la tesis nos pareció interesante el coche eléctrico, porque habrá un boom a partir del 2020-2022, sobre todo por las restricciones de contaminación que impondrán las ciudades. La gente se va a ver obligada a comprar un vehículo eléctrico.

—Pero a día de hoy hay muy pocos enchufes y ‘electrolineras’.

—Lo fundamental es poner puntos de carga en los garajes. Para que tenga éxito el coche eléctrico habrá que facilitarle al usuario que pueda colocar un enchufe con una línea independiente. Bien con subvenciones, bien con los trámites, etc. Sobre las electrolineras son puntos de recarga de alta potencia para cuando quieres hacer viajes largos. Un problema del coche eléctrico es la lentitud de la carga. Y no sería viable parar dos horas en un viaje para cargar tu coche. Para eso, para que sea una alternativa real, llegará la nueva generación de baterías.

—¿Y los vehículos que no aparcan en garajes sino en la calle?

—Habrá que dotar a las ciudades de una infraestructura pública.