Las obras de urgencia que se realizaban en la calle San Miguel para evitar desprendimientos del muro han finalizado con éxito. A lo largo de un mes se ha reforzado un muro lateral anexo a la antigua muralla de Calatayud, donde se registró una caída de materiales debido al estado de deterioro del mismo y el arrastre ocasionado por las fuertes lluvias. La inversión ha ascendido a los 24.000 euros y será asumida por la DPZ, a través de una subvención. Por su parte, el ayuntamiento, a través de la brigada municipal, continuará mejorando la zona para garantizar un espacio rehabilitado de ocio que puedan disfrutar los vecinos. "Se ha actuado con mucha rapidez ya que era necesario consolidar este muro que sujeta la calle que se sitúa justo encima. Los vecinos se han mostrado muy satisfechos ya que al mismo tiempo se ha adecuado la zona y ha cambiado el aspecto de esta calle de forma considerable", apuntó Mercedes Sarrate, teniente alcalde y concejal de Urbanismo.