Desde hace más de cuarenta años, Alhama de Aragón ha tenido muchas visitas debido a sus famosos balnearios y a la belleza de sus parajes. Pero de entre todas ellas, esta localidad siente especial cariño por una: la del escritor José Luis Sampedro. Por ello, el ayuntamiento de la localidad le nombró Hijo Adoptivo a finales del 2003.

Coincidiendo con su visita anual a Termas Pallarés, el viernes, 24 de septiembre, se celebró un acto solemne en el que se le impuso a José Luis Sampedro la medalla que le atribuye tal distinción. En palabras del escritor, el hecho de recibir este título "es algo que me llena de satisfacción y orgullo". El sentimiento y afecto que siente por Alhama es tal, que llegó a definirlo como "la correspondencia de un amor de toda una vida".

Según explicó el alcalde de esta localidad, Pedro Lacruz, "siempre ha sido un honor gozar de su visitas año tras año". En septiembre del 2003 el pleno del ayuntamiento le nombró hijo adoptivo por elegir Alhama de Aragón como lugar de reposo e inspiración. No hay que olvidar que José Luis Sampedro ha incluído en algunas de sus obras, como son Octubre, octubre o La vieja sirena , alusiones a los paisajes de este pueblo.

Para los habitantes de esta localidad, este economista retirado y autor de obras tan conocidas en la literatura española actual como La sonrisa etrusca , El amante lesbiano o Mongoles en Bagdad se ha convertido en uno más de ellos. "Es habitual verle pasear por sus calles con toda tranquilidad y sentarse en las terrazas a charlar con la gente", comenta el alcalde de Alhama de Aragón.

La primera vez que José Luis Sampedro visitó este pueblo de Zaragoza fue en el 1925, en compañía de su padre y apenas tenía ocho años. La siguiente fue a finales de los 50. Por aquella época estaba escribiendo El río que nos llevó y "necesitaba inspirarme para describir el paisaje de mi libro. Elegí Alhama porque estaba muy bien situada y me permitía moverme con facilidad a otras localidades".

Fue entonces cuando descubrió las aguas termales e hizo de su visita a la localidad una cita anual obligada. "Recuerdo que cuando estaba escribiendo El río que nos lleva tenía muchos dolores de espalda y después de tomar unos baños en sus balnearios comencé a sentirme mucho mejor", explica el escritor.

Tan sólo una vez ha dejado José Luis Sampedro de acudir a Alhama y fue con motivo del fallecimiento de su primera mujer. "Me sienta muy bien pasar unos días en este pueblo, seguiré viniendo hasta que pueda", cuenta.

Su admiración y respeto por este municipio quedó grabada en el libro de oro de Alhama de Aragón con un texto que hacía referencia al aire de sus cerros cargado de aromas recios y el cariño de sus gentes. Ante la pregunta de qué es lo que posee Alhama de Aragón que no tiene ninguna otra localidad, Sampedro lo tiene claro: "Me recuerda mucho mi infancia y la época en la que permanecí sumido en la vida rural del pueblo de Ciguela (Soria). Además, el paisaje que le rodea es precioso".

AINHOA SORIA