Ahora Teresa Picazo sabe que aquella noche su hijo ya presentía que iba a morir. Una nota escrita por Angel Julián su última noche revela que él era consciente de su agonía. "Hola madre soy Julián tu hijo, si lees esto es que estoy muerto". Es el inicio de este testimonio que Teresa conserva en un sobre con la leyenda "Carta imborrable". Según Teresa, "Julián era tan bueno que por no inquietarnos no quiso decir lo mal que realmente estaba y se encontraba".

Nada hacía indicar a sus familiares que durante esa noche, mientras dormían, ya había comenzado la cuenta atrás para el joven Angel Julián. "Había estado unos días con moquita, pero ya casi se le había pasado", explica Teresa Picazo. En todo caso, la carta revela, sin embargo, que aquella noche no se encontraba bien, tanto que se despide y se lamenta de todo lo que le quedaba por hacer todavía. "Incluso en la letra se nota que estaba mal, no bien", asegura su madre.