Bodegas Alejandro cuenta con 1.400 hectáreas de viñedo extendidas entre las poblaciones que conforman el Valle del Perejiles y Atea, donde posee otra bodega de recepción y almacenaje. Los viñedos están localizados entre altitudes de 550 y 900 metros, lo que condiciona un cultivo con un índice de plagas y enfermedades muy bajo, siendo necesario realizar un menor número de tratamientos que permite obtener una uva muy natural.

El rigor del clima unido al bajo índice de pluviometría y a las marcadas diferencias de temperatura entre la noche y el día determinan rendimientos de uva más bien cortos y de calidades muy altas.

La maduración de la uva es muy lenta, alejada de fuertes calores, lo que permite producir unos vinos vendimiados a principios de octubre sin exceso de alcohol, con una acidez muy equilibrada.