Un instante, el tiempo que dura el parpadeo de una cámara de fotos, puede ser suficiente para captar una historia. Eso es lo que intenta demostrar continuamente el fotógrafo y poeta, José Verón. "Yo quiero ser un reportero en el sentido más amplio del término --asegura Verón, contar historias mediante una sola imagen".

En una instantánea puede captarse la historia de un día, de una vida, de un pueblo o incluso, de un ecosistema. Todo ello puede comprobarse en la primera parte de la exposición Los instantes y los días que puede contemplarse en el Aula Cultural San Benito de Calatayud hasta el 19 de septiembre. En esta muestra, dedicada a la Comunidad de Calatayud, se recogen lugares, personajes y paisajes de esta comarca "rica en contrastes", como asegura el propio fotógrafo.

"Recuerdo una de la fotografías realizada la pasada Semana Santa en Ateca donde se pueden contemplar dos cofrades en el centro, un hombre pidiendo limosna a la derecha y una mujer metiendo la mano en el bolso a la izquierda", explica Verón. De esta forma se entrecruzan en un instante diversas tramas que le sirven al espectador para recrear el resto de la historia. En otras imágenes, como en Calle San Miguel, 2003 aparecen dos personas caminando por Calatayud, o un pastor con sus ovejas en Embid de Ariza. El paisaje también cobra un protagonismo relevante en la muestra, así el Monasterio de Piedra o Las cercanías de Huérmeda son algunas de las fotografías seleccionadas en el catálogo.

Dos poetas y una ciudad

José Verón Gormaz nació en Calatayud en 1946. Es poeta, narrador, periodista y fotógrafo. Durante su larga trayectoria, que comenzó a los 14 años, ha publicado varios libros fotográficos y ha realizado más de 60 exposiciones individuales. Además, ha obtenido más de 150 premios nacionales e internacionales.

Pero Verón no es sólo un fotógrafo, sino un artista en toda la extensión del término. Ha publicado unos quince libros de poesía y numerosos relatos narrativos. Como amante de la literatura no puede ocultar su devoción por el otro gran poeta bilbilitano, Marco Valerio Marcial, que nació en la antigua Bílbilis durante la época romana.

Los epigramas de Marcial dieron la vuelta al mundo. Eran pequeñas sátiras de la sociedad del momento capaces de clavarse en el lector. Marcial fue el máximo precursor de una forma de hacer poesía única, concisa pero certera, capaz de sintetizar en pocos versos el fondo de la realidad. José Verón es actualmente de sus continuadores. También, como él, escribe epigramas punzantes pero es, sin embargo, en su fotografía, aunque parezca extraño, donde más se asimila quizá al otro poeta bilbilitano. Con las fotografías, Verón es capaz de desenmascarar la realidad con un sólo apunte, con una sola imagen, como hacía siglos antes Marcial con su pluma. Quién sabe que hubiera sido capaz de hacer aquel epigramista con una cámara de fotos.

RUBEN CRISTOBAL