La situación del inmueble, dentro del casco urbano de Calatayud y colindante con otro edificio de viviendas, obliga a tomar unas medidas excepcionales de precaución. Por ello está siendo preciso realizar un vallado perimetral con hormigón, acero y chapas metálicas galvanizadas. La protección de las viviendas colindantes se realizará colocando un andamio en el patio interior, a la que se adosarán lonas geotextiles para impedir que escape el polvo y las piedras. Pero ahí no han terminado las actuaciones de precaución, ha habido que cuidar cada detalle según explicó el ingeniero encargado, Ignacio Bueno.