Numerosos municipios de la comarca han celebrado sus tradicionales romerías en mayo. La lista es amplia y siempre incompleta, el sábado 29 de mayo, Ariza celebró la tradicional bendición de rollos en la plaza de Santa María y seguidamente, realizó una salida en procesión para trasladar a la Virgen del Amparo a su ermita. Una semana Alhama celebró el día de Santa Quiteria, y unas semanas antes Aniñón se desplazo hasta la ermita del Niño Jesús. Asimismo, Ateca y Terrer celebraron el día de San Pascual Bailón, Morata de Jiloca y Moros el de San Isidro, o el día del pueblo en Ibdes, y un largo etcétera.

Todas estas fiestas de la primavera, tienen un componente común, son una excusa para numerosos vecinos que aprovechan estos primeros días de calor para disfrutar de la convivencia y el tiempo libre. En el caso de Torrijo de la Cañada está cita tiene un componente especial, ya que sirve a sus vecinos para regresar, y que no se olvide de esta forma, el campo Alavés, barrio deshabitado a 17 kilómetros de Torrijo donde vivían algunos vecinos hasta hace 50 años.

La Virgen del Campo Alavés, una talla románica, congregó a unas 300 personas, que acudieron hasta allí en coches y que pasaron la jornada conviviendo entre amigos y familias. El ayuntamiento llevó unas enormes barras de hogaza que se encargó de cortar el alcalde de Torrijo, Pablo Latorre. Además, los vecinos llevaron sus propias parrilladas y comidas. El ayuntamiento ha construido unas barbacoas junto a la ermita para que puedan hacerse la comida.

El campo Alavés es conocido entre los historiadores porque allí se libró una de las batallas entre los Dos Pedros, al ser una zona fronteriza entre Castilla y Aragón. Todavía algunos agricultores han encontrado allí puntas de lanza y fragmentos de las armas de la antigua batalla.

RUBEN CRISTOBAL