El pantalón que se ha quedado pequeño y el respeto al medioambiente, la inserción laboral y la camisa que ya no llevas, ese complemento que no pega con nada y la necesidad de numerosas familias con una economía precaria. Algunas cosas que no parecen tener relación entre sí, pueden llegar a tenerla cuando se crean las plataformas necesarias para ponerlas en valor y se cuenta con la solidaridad de las personas.

El programa de inserción sociolaboral "A Todo Trapo" de Cáritas Aragón y la empresa de inserción social para mujeres excluidas "Reutilizando A Todo Tapo, S.L.", se dedican a la recogida y reposición de la ropa usada para colocarla de nuevo en el mercado. De esta forma, además de dar trabajo a más de 20 mujeres -y crear un programa de inserción sociolaboral en el que participan 150 mujeres--, se fomenta el respeto al medioambiente, y se consigue que esta ropa pueda ser reutilizada por otras personas.

Este proyecto, que cuenta con la colaboración de DPZ y el programa europeo Equal, ha permitido la instalación de contenedores de ropa usada en distintos municipios de la provincia zaragozana como Ateca, Borja, Ejea, Epila, Gallur, la Almunia y Tarazona; y con talleres laborales y empresas de inserción por toda la geografía aragonesa. M José Gascón, coordinadora del proyecto, aseguró que es necesario que las personas sean conscientes de la importancia que su ropa usada puede tener para mucha gente. "En algunos contenedores hemos encontrado trapos y ropa que no se puede reutilizar, ya que la tela no es como el vidrio. Lo importante es que la gente que vaya a desprenderse de ropa en buen estado, lo lleve a estos contenedores y no a la basura", explicó Gascón.

Así, además de evitarse el deterioro del medioambiente, se consigue la inserción laboral de personas en una situación social desfavorecida mediante la creación de empleo, y también que numerosas familias se beneficien de ropa de calidad a un precio casi simbólico.

El proceso que se sigue comienza con la recogida de la ropa y la selección, en la que se elige aquella que esté en buen estado para poder ser reutilizada por otras personas de forma digna. Posteriormente se realiza la fase de limpieza mediante un proceso de lavado y desinfección, para finalizar con el etiquetado, en el que se especifica la procedencia y el destino de los ingresos que sirven para retroalimentar el proyecto de inserción. Una vez concluido el proceso, la ropa ya está lista para su venta en las tiendas de A Todo Trapo, que se encuentran ubicadas en Calatayud, Utrillas, Teruel, Huesca y Zaragoza.