Los bilbilitanos recuperan una vez más la calma después del último susto protagonizado por la rotura de una tubería general en el centro de Calatayud, a escasos metros de la casa azul. "Cuando vimos que el pavimento crujía pensamos en lo peor", comentaba el último fin de semana un vecino de la calle Galdar, la misma en la que 50 familias perdieron sus viviendas el pasado 10 de noviembre a causa de una sima.

Sobre las 12 de la mañana del pasado 28 de febrero, se quebró el suelo y emergió a la superficie un enorme chorro de agua que en pocos minutos inundó las calles anexas. La presión del agua, al no encontrar ninguna salida, desplazó la tierra y abrió un socavón en el subsuelo de un metro de profundidad.

La ubicación del incidente hizo cundir la alarma entre los vecinos de Calatayud: un lugar céntrico, situado en la calle a la que da la fachada posterior de la casa azul y junto al río Jalón, una de las causas argumentadas como el origen de la sima que ha infundido la preocupación en la ciudad desde noviembre.

Al lunes siguiente ya se encontraba parcialmente tapado el socavón de cinco metros de diámetro que fue necesario abrir para reparar la avería. Y tras el parón festivo se reanudarán los trabajos para restablecer el pavimento que quedó deteriorado y quebrado a lo largo de unos 15 metros cuadrados.

Según explicó Pascual Lallana, responsable de Gestión de Aguas de Aragón, la avería se produjo en una tubería de fibrocemento de 300 milímetros que obligó a acordonar la zona y abrir un agujero mayor para reparar la avería.

Edificios resquebrajados

El socavón de la casa azul, las grietas del colegio Baltasar Gracián... La inquietud se ha apoderado en los últimos meses de los habitantes de Calatayud con la acumulación de casos de edificios que se ven afectados por problemas de cimentación. A nadie escapa ya que no pueden ser casualidades y menos, si se echa mano de la opinión de un experto de la talla del geólogo y profesor de la facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza, Francisco Gutiérrez. "Calatayud es muy probablemente la urbe española donde los fenómenos de subsidencia causan más daños en los inmuebles". Esta es sólo una de las conclusiones a las que ha llegado Gutiérrez en un estudio reciente.

Francisco Gutiérrez, a quien el ayuntamiento bilbilitano ha encargado un análisis geotécnico sobre la casa azul, ya trató en un estudio precedente las características del subsuelo de Calatayud. Gutiérrez se apoya además en otros estudios realizados desde el año 1975.

En algunas zonas, como en el antiguo cauce del barranco de la Rúa los escombros depositados en épocas pasadas alcanzan los 6,5 metros de espesor. Según Gutiérrez se trata de "materiales poco consolidados que pueden experimentar procesos de compactación provocando asientos diferenciales y daños en las construcciones".