Las 50 familias de la "casa azul" comenzaron el día después de reyes la mudanza de los números 6 y 8 de la calle Justo Navarro condicionadas por el estado en que encuentre el mobiliario de sus pisos. Los vecinos no han vuelto a entrar a sus viviendas desde el pasado 23 de noviembre cuando contaron con 45 minutos para sacar los enseres más necesarios.

Después de que un socavón haya forzado al derribo del edificio los propietarios acordaron el pasado viernes contratar tres empresas especializadas para llevar a cabo la mudanza de todo el bloque. Los vecinos afectados acompañaran a los empleados de estas empresas para que, a tenor del estado en que hayan quedado sus pertenencias, decidan si rescatar todo el mobiliario, sólo una parte o incluso nada. Dada las distintas circunstancias en que se encuentra cada una de las familias, el presidente de la comunidad, Juan José Langa, no se atrevió a aventurar cuál puede ser la opción más solicitada.

Algunos vecinos residen temporalmente en viviendas amuebladas por lo que ahora deberán plantearse qué hacer con sus antiguos muebles hasta que dispongan de un nuevo piso en propiedad. El ayuntamiento ha puesto a disposición de la asociación de afectados una nave de 600 metros cuadrados en el polígono Mediavega para los próximos seis meses, sin embargo, los vecinos no contarán con su nueva vivienda hasta al menos dentro de dos años. "Nos preocupa costear ahora la mudanza hasta allí y tener que volver a hacer otro traslado dentro de seis meses", explicaba hace unos días Ricardo, uno de los vecinos afectados.

Otros vecinos temen que el valor de sus muebles, después de las diversas intervenciones realizadas en su vivienda, no superen al del coste de la mudanza, por lo que no descartan prescindir de una parte de ellos o incluso de su totalidad. En el extremo contrario, hay varias familias que se encuentran en pisos de alquiler prácticamente vacíos que esperan con ansiedad al día de mañana, justo un día después de reyes magos, para volver a colocar los muebles en su vivienda. Sobre todo, explica uno de los vecinos, para que ésta se parezca un poco más a su antiguo hogar.