Dice la canción que cuando un amigo se va, algo se muere en el alma...Ese es el sentimiento que los vecinos de Piedratajada y Puendeluna quisieron transmitirle al que ha sido su párroco durante los últimos años, Luis Alberto.

El sacerdote, que ha sido trasladado a la localidad cincovillesa de Biota, recibió el calor de sus feligreses en varias fiestas que se organizaron en su honor, a petición de los propios vecinos y los respectivos ayuntamientos de la localidades en los que ha prestado sus servicios.

Por ejemplo, en Piedratajada tuvo lugar una misa en su honor, tras la que el alcalde del municipio, Angel Arbués, y varios vecinos le obsequiaron con regalos. Luego, una comida en la que compartieron experiencias y recordaron los buenos momentos vividos durante sus años de convivencia.

En Puendeluna la celebración fue similar, aunque la comida celebrada en su honor contó con la presencia especial de diversas autoridades de la zona, como los alcaldes de Marracos, José Otal, o la de Ardisa, Angeles Palacio, municipios en los que el párroco también ha estado al frente de la parroquia.

El traslado de este sacerdote ha sido uno de los seis que se han efectuado en la Diócesis de Jaca, a la que pertenecen estas localidades de las Cinco Villas y también otras como Panticosa y Sallent de Gállego. Entre las cincovillesas, han permutado de párroco los municipios de Sádaba, Erla y Biota.

N. ASIN