La Iglesia de El Salvador de Ejea está siendo sometida a una actuación de urgencia para reparar su galería exterior y evitar así que se hunda la cubierta, como ocurrió hace algunos años con otra de las partes. Las últimas lluvias han sido las causantes de que exista peligro de desprendimientos y de que la DGA haya dado luz verde a las obras de restauración de la cubierta y del forjado inferior, lo que supone, según fuentes de Patrimonio, "una inversión de 89.202,79 euros".

Esta iglesia, declarada Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931, se sometió a una primera fase de reparación en marzo del 2001. El daño se aprecia en la cubierta de su galería exterior, que se levanta sobre las capillas situadas a un lado de la epístola, y cuyos seis primeros metros fueron reparados hace tres años.

Sin embargo, el origen del proyecto y la petición inicial partió del la propia parroquia, que tuvo que costear la redacción del mismo y los gastos del arquitecto. "A la vista de cómo estaba la cubierta, solicité a un arquitecto que hiciera el proyecto de restauración y un informe de la situación. Y, tras recibir el visto bueno del colegio de arquitectos, me dirigí al Departamento de Patrimonio que es quien tiene que autorizar las obras", explica Bartolomé Fandos, párroco de la iglesia.

De momento, las obras están siendo costeadas íntegramente por la DGA y no afectan a la estabilidad de la cubierta. Sin embargo, desde la parroquia se preguntan si deberán aportar también algún dinero, además de la inversión ya realizada en la redacción del proyecto, ya que "simplemente nos dieron su aprobación y desde entonces han actuado", comenta Fandos.

La cubierta de la galería exterior no es la única parte de la iglesia que precisa de las obras. Y es que desde hace más de un año y medio la torre pequeña presenta daños en las tejas y en los ladrillos de las espadañas, porque los remueven las cigüeñas. "El peligro existente es que alguna de estas tejas o ladrillo puedan caer a la calle y herir a algún transeúnte", señala Fandos.

Las obras de reparación, que el arquitecto calcula ascenderían a alrededor de 25.000 euros, se encuentran actualmente paradas. Además, estos trabajos han obligado a instalar, de forma permanente, unas vallas que permanecen fijas en el entorno de la iglesia desde que se detectaron los daños.

NURIA ASIN