Los Príncipes de Asturias, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, eligieron Aragón en el inicio de su viaje de novios. Y entre las bellezas de la comunidad una localidad de la comarca de las Cinco Villas, Sos del Rey Católico, cuna del rey Fernando II "El Católico", de allí el nombre del municipio, fue una de las que acogió a los recién casados.

La llegada de los Príncipes despertó la curiosidad de los lugareños y de los medios de comunicación. Así, particulares y profesionales se agolpaban por las calles de Sos para ver a la pareja que llegó por sorpresa y prueba de ello es que ni las autoridades locales ni los responsables del Parador Nacional sabían que tendrían a tan reales huéspedes. Paco Guerrero, gerente del Parador, comenta que "no pudimos ofrecerle a la pareja la suite central, porque estaba ocupada, aunque no le importó porque son una pareja sencilla que cenaron y desayunaron en el restaurante del establecimiento los platos incluidos en la carta".

También con normalidad don Felipe y doña Letizia pasearon por Sos, como dos turistas, visitando la iglesia de San Esteban y el Palacio de Sada, donde nació Fernando "El Católico" en 1510, aunque a su paso la tranquilidad del municipio se rompía por los gritos de mujeres, hombres y niños que se agolpaban para darles la mano. Otros vecinos aprovecharon para entregarles obsequios, como Restituto Lenaroz y José María Espatolea. Los pequeños de Sos hicieron su homenaje cantando a los recién casados el himno de Fernando "El Católico", dirigidos por Sara Bueno, una vecina de Sos, quien comenta que "son muy amables y se han mostrado muy interesados por las tradiciones de la localidad". Y es que el 25 de mayo fue día festivo en Sos, ya que los comercios y el colegio cerraron sus puertas para que los alumnos pudieran ver a los Príncipes. A ellos se unieron los vecinos de otras localidades de la comarca (Sádaba, Castiliscar, Alera, etc.).

Para Vicente Manero, alcalde de Sos, la llegada de los Príncipes "nos ha llenado de orgullo, porque además el motivo de su visita ha sido personal, porque a Don Felipe le gusta la localidad y, después del recorrido también a su esposa". Con esta decisión, prosigue el alcalde, "nos hemos dado cuenta de que ocupamos un lugar importante en el corazón de la familia real, un hecho que entronca con las connotaciones históricas de la villa, una tierra que vio nacer al rey más importante de la Edad Moderna española".