El 11 de junio de 1959 llegó a Santa Anastasia la familia Laborda-Recaj. Ellos fueron los primeros de muchos otros colonos que poco a poco irían llenando de vida este pueblo que, como muchos otros en Ejea, nació a raíz de la puesta en funcionamiento del embalse de Yesa y del Canal de Bardenas. Unos primeros pobladores a los que Santa Anastasia rindió un sencillo y emotivo homenaje el 14 de septiembre con motivo del 60 aniversario de su llegada.

Ese día la plaza de la iglesia se llenó de aperos y enseres de aquella época y la casa de la mujer acogió una muestra fotográfica que propiciaron el marco perfecto para llevar a cabo este homenaje a 23 vecinos: María Asín, Teresa Maqueda, Carmen Ciudad, Carmen Pardo, María Villa, Aurora Giménez, Carmen Les, Digna Larraga, Sacramento Rasal, Antonia Lacima, María Auría, Oliva Cativiela, Ascensión Pérez, Lucía Audina, Pilar Cortés, Angeles Asensio, Gloria Calvo, Felicidad Ubieto, Felisa Gil, ariano Barrena, José Gil y Mariano Laborda y Margarita Recaj. Aunque no todos ellos pudieron asistir al acto debido a su avanzada edad, tal y como explica la alcaldesa de Santa Anastasia, Azucena Crespo.

Sí lo hicieron el matrimonio Laborda-Recaj que, además del tradicional pañuelo amarillo que se impuso a todos los homenajeados, recibieron también una placa de recuerdo de una jornada que resultó tremendamente emotiva y salió a pedir de boca gracias al trabajo realizado por el comité organizador integrado por todas las asociaciones y la junta vecinal.

Un acto que contó con la presencia de los concejales ejeanos Raquel Laíta y Eduardo Sancho y que también sirvió para recordar a Luis Bel, quien fue párroco durante 47 años de Santa Anastasia y que falleció justo el 14 de septiembre del 2018. «Queríamos aprovechar para homenajear también a Luis Bel porque dejó huella en Santa Anastasia y durante 47 años fue un vecino más», señala Crespo. Por ello, se decidió hacer y colocar un monolito y una placa en la plaza de la iglesia «para que esté siempre presente su figura y las generaciones futuras sepan quien fue Luis Bel», añade Crespo.

Una jornada de homenajes que se completó con una comida y una cena popular y con la excelente actuación de la Banda Municipal de Música de Ejea. T