El alcalde de Sádaba, Cecilio Cavero, y su homóloga pedánea de Alera, Rosario Bergüés, se han reunido con el presidente de Navarra, Rafael Gurrea, y con el consejero de Medio Ambiente, José Andrés Burguete, para expresar su malestar por los olores emitidos por Abonlir, empresa para la elaboración de abonos con materias orgánicas.

Esta reunión, que tuvo lugar el 4 de junio en Pamplona, sirvió para "denunciar una vez más el molesto problema de hedores que sufren los vecinos, sobre todo los aleranos", apunta Cavero. Mientras en Sádaba los olores son "soportables", dice su edil, en Alera "son nauseabundos" y, aunque no son continuos, cuando aparecen son muy fuertes.

La respuesta dada por el Gobierno navarro fue "muy positiva", según el edil de Sádaba, ya que "nos han dicho que en quince días entablarán un diálogo con los responsables de Abonlir para buscar un acuerdo", comenta Cavero.

Por su parte, la edil pedánea de Alera, se mostró esperanzada con esta negociación. "Vamos a esperar los plazos antes de efectuar cualquier medida de otro tipo", afirmó.

Para Cavero lo más importante es reducir el olor. "No queremos que se cierre una empresa, pero siempre y cuando no sea perjudicial para otras personas", explica el alcalde.

En su defensa, los responsables de la industria de abono se refugian en las pruebas odométicas que realizan periódicamente en la planta en las que se refleja que los olores emitidos tienen una intensidad media-baja (datos del mes de mayo del 2004). "Estamos totalmente tranquilos, puesto que contamos con todos los permisos y aplicamos desodorizantes para paliar los hedores emitidos por nuestra actividad", concluyen los empresarios.