El socialista Juan Antonio Sánchez Quero fue reelegido el pasado 1 de julio como presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), en el pleno de constitución de la institución provincial en el que tomó posesión del cargo junto a sus 26 compañeros de corporación, entre los que se encuentra la alcaldesa ejeana, Teresa Ladero. El presidente, que contó con 14 votos a favor - los de su grupo y En Común-, la abstención de Podemos y los votos en blanco del resto, marcó como prioridades el medio ambiente y la modernización tecnológica para la provincia de Zaragoza.

Sánchez Quero repasó los hitos de sus cuatro años al frente de la diputación, comenzando con el foro de alcaldes y alcaldesas, instaurado en el año 2016 como órgano de debate e información de las principales iniciativas y proyectos en los pueblos, para que los alcaldes tengan «voz directa» en la institución provincial, como espera que siga sucediendo a lo largo de este mandato.

También aludió al Plan Unificado de Subvenciones (Plus), puesto en marcha para repartir los fondos «de forma objetiva y transparente», como espera que siga sucediendo. Además, resaltó el servicio de asesoramiento integral y permanente a los ayuntamientos y el de tratamiento y gestión de residuos, Ecoprovincia, como parte de su contribución al cumplimiento de las exigencias de la Unión Europea y la Agenda 2030.

Sobre esta, indicó que no solo quiere contribuir a difundirla sino a implementar medidas concretas en los municipios. Pero para estos y otros proyectos, también quiere desarrollar la «argamasa» que lleva al éxito los proyectos, «la tecnología». Un desarrollo que quiere acometer en una doble vertiente, la extensión de la banda ancha y un «ambicioso plan de formación» para que los habitantes sepan sacarle partido a su implantación.

En el balance económico, Sánchez Quero destacó que la Diputación de Zaragoza ha logrado el «hito histórico» de dejar su deuda a cero, lo que permite a la institución encarar el futuro «con una extraordinaria solvencia económica». Aunque no por ello dejó de reclamar «una financiación local que de una vez por todas reconozca a ayuntamientos y diputaciones».

Entre otras cosas para paliar «la deuda histórica» que el Estado «arrastra» con el medio rural, en relación con la despoblación, que a su juicio es el momento de «saldar con inversiones de futuro, con más y mejores infraestructuras de comunicaciones, servicios asistenciales, políticas económicas y tributarias que rompan con tantas décadas de desigualdad entre las grandes ciudades y los pequeños y medianos municipios», afirmó el presidente provincial. T