Veinte meses después de las riadas del 2003, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha aprobado, al fin, la construcción del nuevo dique de Pradilla de Ebro. Además, esta noticia ha coincidido casi en el tiempo con la recepción oficial de una serie de obras que ha realizado el Gobierno de Aragón en las calles del municipio que quedaron dañadas por la fuerza del agua el año pasado.

Desde que las riadas de 2003 dañaran la estructura del dique, el Ayuntamiento de Pradilla ha reclamado en numerosas ocasiones. Ahora, la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica ha anunciado que realizará íntegramente las obras, con una inversión de 400.000 euros, y que el proyecto se tramitará y tendrá carácter de urgencia, por lo que es de esperar que la actuación de comienzo en breve. Sin embargo, lo más probable es que hasta que el nivel del Ebro no descienda -- y eso ocurrirá en primavera-- las máquinas no podrán entrar a trabajar en el cauce.

Hay que recordar que estos trabajos no se han podido llevar a cabo hasta ahora porque la anterior cúpula de la Confederación siempre se resguardaba en la falta de presupuesto para no realizar la obra y señalaba que debían ser el Ayuntamiento de Pradilla y el Gobierno de Aragón quienes de forma conjunta sufragaran los gastos del proyecto.

Una obra básica para el municipio ribereño que vive con miedo a nuevas riadas desde febrero de 2003. Además, el alcalde Luis Eduardo Moncín, aprovechó el anuncio de la construcción del nuevo dique para recordar que la limpieza de los cauces también es esencial e imprescindible.

Recepción de obras

Por otra parte, varios técnicos de la Diputación General de Aragón, junto con Luis Eduardo Moncín, alcalde de Pradilla de Ebro, celebraron el jueves 30 de septiembre, la recepción del fin de las obras de la renovación de las redes de abastecimiento, alcantarillado y pavimentos de diversas calles del centro de la localidad que se vieron dañadas por la fuerza del agua.

Estas reformas, son la primera fase de obras que se ha llevado a cabo a consecuencia de los daños producidos por la riada de febrero de 2003 en la localidad.

Los trabajos de esta fase han sido subvencionadas por el Gobierno de Aragón y han albergado a las calles Cervantes, San Sebastián, San Antonio y Gallur del municipio.

Este acto concluyó con un paseo por las calles renovadas, en el que las autoridades municipales fueron partícipes de los resultados satisfactorios obtenidos. Pero aún queda un largo camino para solventar las secuelas más visibles que dejó la catástrofe en Pradilla de Ebro.