La carretera CV-615 que une las localidades de Boquiñeni y Luceni fue cortada tras las tormentas de la tarde del jueves 3 de julio, a causa del hundimiento del firme del asfalto en una zona que estaba afectada por simas o dolinas.

La Ribera Alta tiene una constitución geomorfológica que tiende a la formación de fenómenos krásticos por la presencia de rocas calizas solubles con el agua tanto en superficie como en profundidad. En este paisaje krástico las depresiones cerradas o dolinas agujerean el terreno en una gran parte.

En este caso, una dolina con un origen relacionado con los procesos de movilidad y migración de fluidos y sales, ha afectado al asfalto, hundiéndose unos 10 centímetros y provocando un corrimiento de tierra de más de 20 metros de diámetro. Junto a ésta, en la cuneta, hace menos de tres años se produjo un dolina de colapso, por un hundimiento repentino y brusco que rápidamente fue tapada por la brigada de recursos agrarios de la DPZ.

El Ayuntamiento de Boquiñeni ha contactado con la DPZ para que los técnicos tomen las medidas adecuadas para subsanar esta deficiencia y evitar, en lo máximo que la naturaleza deje, que se vuelva a producir.

Miguel Ángel Sanjuán, alcalde de Boquiñeni, manifestó que las abundantes lluvias aumentan las corrientes subterráneas erosionando más rápidamente las calizas donde se asientan las infraestructuras. Con el corte de esta vía el municipio se encontraba aislado, teniendo que utilizar los caminos. También se cortó la CP-03 que une la comarca con las Cinco Villas. Son varios los municipios afectados por este fenómeno y exigen ser asistidos por la autonomía para poder subsanar este problema.