Los 40 residentes del centro residencial gestionado por la Fundación Benéfica Virgen de la Ola de Pinseque han celebrado este mes el décimo aniversario de su inauguración. El centro, que se inauguró el 10 de julio de 1993, realizó un sencillo acto de hermandad en el que participaron los 40 residentes válidos con los que cuenta la residencia así como la plantilla de personal encabezada por su directora, Pili Díez.

Según explica la máxima representante de la residencia, la celebración del décimo aniversario supone un acontecimiento muy importante para este centro ya que "se trata de una residencia gestionado por una fundación sin ánimo de lucro y por lo tanto no puede competir con los servicios que ofrece una entidad privada; aún así, con el paso de los años, la residencia ha demostrado que realiza una gran labor social y que ofrece un servicio acorde con las posibilidades".

La residencia se ubica en el antiguo palacio del siglo XVI que se encuentra en la plaza de España del municipio, un edificio rehabilitado que fue cedido por sus dueños al 50% al ayuntamiento y a la parroquia para que dieran de él un uso social del que se beneficiaran los vecinos del Pinseque.

En un principio, el uso que se le dió a este edificio fue el de Casa de Cultura aunque hace ya más de quince años se pensó en ubicar en él un centro residencial sin ánimo de lucro en el que los residentes pagarán un precio justo a cambio de un servicio de calidad.

Y ese objetivo, según comenta Pili Díez, se ha conseguido en esta década de funcionamiento. "Quizá no contemos con los medios con los que cuentan otros centros, quizá no ofrezcamos lujo, pero estamos muy orgullosos del trabajo que realizamos y nuestro objetivo siempre ha sido el de ser un centro digno".

El centro gestionado por la Fundación la Virgen de la Ola cuenta con una Junta en la que participan cuatro personas del Ayuntamiento de Pinseque, cuatro de la parroquia y cuatro representantes de los vecinos. La presidencia cambia cada dos años y pasa de manos del párroco, en la actualidad Francisco Gil Díez, a la del alcalde, en este caso alcaldesa, María Pilar Sánchez.

Con precios muy ajustados, el centro tiene lista de espera para entrar. Cuenta en la actualidad con 40 plazas para personas mayores válidas y hay dos tipos de habitaciones dobles, con baño en el interior y con baño compartido; una división marcada por la antigua estructura del inmueble.

Entre los proyectos que están ejecutando para mejorar, la directora destaca el servicio de fisioterapia y rehabilitación que se va a poner en marcha y para lo que el centro ya ha adquirido el material necesario, gracias a una subvención de la comarca de la Ribera Alta del Ebro.

C.R.A.E.