Desde el 18 de septiembre hasta el 2 de octubre, la Casa de Cultura de Gallur ha acogido con gran aceptación la exposición itinerante de la DPZ Goya y la mujer.

La exposición va mostrando mediante la pintura de Goya toda una época, además de una panorámica de sus afectos y su pensamiento. Se explica cuáles fueron las mujeres de su vida, su familia. Además, se hace hincapié en su afán crítico hacia ciertas convenciones sociales que no dejaban evolucionar ni ser libre a la mujer, de relieve en algunos de sus grabados.

Hubo algunas mujeres que le llenaron de ternura, algunas de sus retratadas --la duquesa de Chinchón--, otras que le causaron respeto y con las que mantuvo una gran amistad --la Duquesa de Alba-- y, otras que le causaron una gran admiración por su valentía en contextos bastante trágicos: las heroínas de los Sitios zaragozanos.

La exposición --a través de 17 paneles ilustrativos-- abre los ojos del espectador a la era de la ilustración, a caballo entre el absolutismo y los gérmenes de los regímenes liberales del XIX. La expansión de una clase social, la burguesía y el poder, aunque en decadencia de otra: la aristocracia.

Goya supo plasmar como pocos a la mujer en toda una galería de retratos, de diferentes estilos y géneros. El maestro no fue ajeno a los cambios que se estaban produciendo en torno a la mujer y consciente del papel que ésta empezaba a jugar en la sociedad, la pintó de muchas y variadas maneras, queriendo dejar de manifiesto lo que estaba aconteciendo.