El Instituto Aragonés del Agua invertirá en la Comarca Ribera Alta del Ebro dentro del ambicioso Plan Especial de Depuración y las acciones se desarrollarán en diez poblaciones. En concreto, en Luceni, Figueruelas, Pradilla de Ebro y Remolinos se construirán sendas estaciones de depuración de aguas residuales. Además, en Boquiñeni se ejecutará un colector a Luceni; en Pedrola se construirá un colector a Figueruelas; mientras que en La Joyosa-La Marlofa, Pinseque, Sobradiel y Torres de Berrellén se construirán sendos colectores a Utebo. Los anteproyectos de todos estos trabajos ya están redactados, con lo que las obras saldrán a concurso en breve, según lo previsto.

Aunque la depuración de aguas es competencia municipal, el Gobierno de Aragón ha decidido afrontar esta inversión, de tal forma que los ayuntamientos sólo deberán aportar los suelos donde se construirán.

El consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, ha señalado que "gracias a estas depuradoras, los ríos de la comarca experimentarán una importante mejora en su calidad ambiental, lo que repercutirá en beneficio de todos los ciudadanos y en el desarrollo sostenible del territorio". "La mejora ambiental de los ríos y la adecuada gestión del agua en Aragón son dos objetivos fundamentales", afirma Boné. Estas obras se enmarcan en el ambicioso Plan Especial de Depuración que está impulsando el Gobierno de Aragón, que permitirá a la comunidad autónoma situarse a la vanguardia en el cumplimiento de las directivas europeas sobre calidad del agua.

Un ambicioso plan

La inversión alcanzará 176 municipios, y situará a Aragón a la vanguardia en el cumplimiento de las Directivas europeas sobre calidad de aguas.

Este Plan, que coordinará el Instituto Aragonés del Agua (órgano del Departamento de Medio Ambiente) y ejecutará la empresa pública SODEMASA, alcanzará a todos los municipios de más de 1000 "habitantes equivalentes" (entre 300 y 500 reales) que todavía no disponen de ninguna estación depuradora.

En total están previstas 176 actuaciones, entre depuradoras y conexiones. Estas obras permitirán avanzar hacia el cumplimiento de las Directivas europeas, que obliga a que antes del año 2015 todas las aguas residuales de la Unión Europea estén depuradas.

Estas obras se sumarán a las depuradoras que ya están en servicio, junto con las 11 actualmente en construcción en localidades con más de 1000 habitantes, y las 31 que se están acometiendo en localidades con menos de 1000 habitantes, gracias a las subvenciones del Instituto Aragonés del Agua a los ayuntamientos. "Con este nuevo Plan Especial, Aragón depurará el 90% de sus aguas residuales, frente al 60% actual", explica el director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal.

Canon de saneamiento

Depurar todas las aguas residuales de Aragón supone un gran esfuerzo económico, dada la dispersión geográfica de las poblaciones, la baja densidad demográfica y el gran número de localidades con bajo censo.

Sin embargo, el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés, recogiendo el sentir de los aragoneses, entiende que la calidad de las aguas y la conservación de los ríos son una prioridad no sólo para la sostenibilidad del medio natural, sino también para asegurar la calidad de vida en un territorio donde el agua es un bien tan preciado.

El esfuerzo económico que cuesta depurar las aguas se reparte de manera solidaria con el Canon de Saneamiento, que tiene una tarifa única para todo Aragón (con dos tipos: uso doméstico e industrial). El precio único garantiza que las poblaciones pequeñas puedan hacer frente a la construcción y mantenimiento de las instalaciones.

C.R.A.E.