Han pasado algo más de dos meses desde la entrada en vigor del estado de alarma. Pleitas ha detenido su actividad al igual que todos los municipios. Se ha dejado de escuchar el pasar de los coches a la hora del trabajo, los niños jugando en la calle a cualquier hora. Las idas y venidas de fin de semana para visitar a familiares y amigos. Todos han permanecido en sus casas, excepto los que por fuerza mayor han tenido que seguir trabajando. En cambio, empezaron las llamadas interminables con los seres queridos. Porque la mejor forma de demostrarles que les quieres es quedándose en casa.

En este tiempo, los niños colgaron dibujos y mensajes en sus ventanas. Los vecinos han salido a las 20.00 horas a aplaudir y los cumpleaños han sido diferentes, aunque no menos especiales, igual que las visitas del Ratón Pérez.

Los vecinos han pasado los días con salidas al balcón, terraza o jardín para tomar aire fresco y el sol. Juegos de mesa, manualidades, bailes, recetas de cocina.... Los jóvenes han ayudado a sus mayores y un vecino ha fumigado las calles para ayudar a librarnos del «bicho».

Pleitas también ha recibido las visitas de la Guardia Civil y sus vecinos cuentan con mascarillas, guantes y geles repartidas por Protección Civil y Bomberos así como por el alcalde que distribuyó las mascarillas por parte del ayuntamiento. Y la médico ha seguido acudiendo los miércoles a atender las necesidades de los vecinos.

Este año no se han podido celebrar las fiestas mayores de Pleitas, el 29 de abril por San Pedro. Los niños no han podido poner sus roscones al Santo para ser bendecidos, ni los mayores lo han sacado a hombros, ni hubo vermut en el pabellón. Tampoco se hizo la ronda de la tarde por las casas, ni la disco móvil, ni la comida popular.

Ahora, como casi todos los pueblos, Pleitas ya está en la fase de poder salir, y al ser pocos habitantes pueden hacerlo sin horarios para ello. Así, unos salen a andar, otros con la bici, otros con sus mascotas. Y poco a poco la localidad se irá reencontrando con la normalidad. T