Ha pasado ya casi un año y medio desde que se produjo la histórica crecida del río Ebro, entre los días 6 y 11 de febrero del 2003, cuyas inundaciones afectaron a unas 10.405 hectáreas de la ribera del Ebro y causaron numerosos daños que aún son visibles en la localidad, y que ahora se han vuelto a repetir. Con todo ello,0 el Ayuntamiento de Pradilla de Ebro, con la ayuda del Gobierno de Aragón y el Ministerio de Administraciones Públicas, ya ha arreglado los daños que se produjeron en las piscinas municipales, en el cementerio y en el campo de fútbol.

Además, ha procedido a la renovación de las redes de abastecimiento, alcantarillado y pavimentos de diversas calles del centro de la localidad que se vieron dañadas por la fuerza del agua. Pero a pesar de estas reparaciones, aún queda un largo camino por recorrer y para borrar las secuelas más visibles que dejó la catástrofe de febrero del 2003. Por aquellas fechas el río Ebro se desbordó y como consecuencia se anegaron huertas, viviendas e infraestructuras municipales, y la fuerza del agua destrozó carreteras, caminos, diques, acequias y sistemas de riego. Además, la riada obligó a los vecinos de Pradilla de Ebro a abandonar sus hogares durante varios días. Hoy por hoy todavía se siguen solventando daños producidos por estas inundaciones en la localidad.

LORENA SANCHO