Boquiñeni celebró el 150 aniversario del milagro que sucedió en 1864. Todos los 24 de mayo desde esa fecha, los habitantes de este municipio van en procesión a la ermita de San Miguel, portando el Santo Cristo de la capilla y acompañados por los danzantes.

Pero este año se quiso conmemorar la celebración de manera más especial. Para ello se formó un grupo de trabajo donde se dio cabida a todo tipo de voluntarios, presidentes de asociaciones, portavoces de grupos políticos, todos ellos coordinados por el párroco, José Luis Cuartero Lanzán, y el alcalde, Miguel Ángel Sanjuán Pérez.

Desde este grupo se recopilaron más de 400 fotos de gente portando la peana, se hicieron dos arcos tal y como se confeccionaban en 1864, se engalanaron las calles con sábanas blancas en balcones y calles, y se renombraron las calles que en esa fecha había. Una exposición muestra todo el atractivo cultural de este acontecimiento.

La misa mayor se celebró en la plaza de España. Un improvisado pero adornado altar acogió al Arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, y a otros 14 sacerdotes más. También asistió el consejero de Política Territorial e Interior, Antonio Suárez, los diputados Martín Llanas, Mercedes Trébol, Luis Bertol, Marta Pardo y Máximo Ariza, el director general de Relaciones Institucionales en las Cortes, Javier Allué, el presidente de la comarca, Alfredo Zaldívar, alcaldes de la comarca, exalcaldes del municipio, etc.

La ceremonia oficiada por el arzobispo resultó muy especial: participó la rondalla, la coral Boayen, seis grupos de danzantes, dos cantadores de jota, todos ellos de Boquiñeni. Además hubo poesías y cantos al Santo Cristo. Es de destacar la poesía que escribió y recitó José Félix Solsona, tal y como hizo su abuelo hace 50 años. También, a través de la Escuela de vuelo Sport Pilots se habían preparado unos aviones para la suelta de pétalos de flores en el cielo, aunque el viento impidió su lucimiento.

El párroco José Luis Cuartero dice que "este 24 de mayo del 2014, el pueblo de Boquiñeni manifestó lo que es, lo que lleva dentro de su corazón, los sentimientos nobles y profundos de amor religioso al Santísimo Cristo de la Capilla". El alcalde manifiesta que todo lo que sucedió este día se debe a la participación de todos sus habitantes: "Dos cosas son las que siempre nos ha mantenido unidos en el pueblo: el río Ebro y el Santo Cristo".

Las más de 1.200 personas que se reunieron en la plaza de España disfrutaron de un sábado histórico, difícil de olvidar y que permanecerá siempre en la memoria de los boquiñeneros.