Por otra parte, la Diputación Provincial de Zaragoza ha empezado a revisar su presupuesto de este año para orientarlo todo lo posible a la lucha contra el tremendo impacto que la epidemia de coronavirus está teniendo en los municipios de la provincia. «Nos enfrentamos a la mayor recesión que ha sufrido España desde la Guerra Civil, y nuestra obligación es poner toda la capacidad económica y de gestión de la Diputación al servicio de los vecinos de nuestra provincia y de sus ayuntamientos», destaca el presidente, Juan Antonio Sánchez Quero. Para ello, firmó a mediados de abril una providencia para poder liberar fondos de las partidas actuales y destinarlos a medidas extraordinarias como un plan de empleo para que los ayuntamientos zaragozanos puedan contratar a personas en paro.

En su providencia, Sánchez Quero también solicita a los distintos servicios de la institución que estudien la viabilidad jurídica y económica de lanzar tanto una línea de ayudas para pymes, autónomos y otros agentes del sector productivo como otras posibles acciones orientadas a paliar la emergencia social y apoyar al sector cultural. Además, la DPZ se plantea ampliar la Caja de Cooperación, la herramienta con la que concede créditos blandos a los municipios.

«Evidentemente el panorama ha cambiado por completo respecto al momento en el que se aprobó el presupuesto para 2020, ahora las prioridades son otras y por tanto también tenemos que analizar políticamente qué proyectos tienen que posponerse y cuáles se reorientan o se llevan a cabo de manera más modesta», subrayó Sánchez Quero, quien no obstante recuerda que el margen de maniobra de la institución «es limitado».