El Trallo de la Hermandad de la Acequia de Pedrola y del Cascajo ya es considerado como un Bien Inmaterial del Patrimonio Cultural Aragonés y para celebrar tal reconocimiento el 11 de abril se llevó a cabo un acto institucional en Pedrola con la presencia del consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, Joaquín Olona, y el director general de Cultura y Patrimonio, Nacho Escuín. En dicho acto el consistorio entregó a la hermandad el Diploma de honor del Ayuntamiento de Pedrola, mientras que por parte de la hermandad se entregaron distintas placas conmemorativas del acto al consistorio y a los representantes del Gobierno de Aragón.

El trallo es uno de los escasos elementos conservados del derecho consuetudinario generado en torno a los sistemas hidráulicos históricos en Aragón a lo largo de los siglos. Dada la importancia de la provisión de agua de riego para la supervivencia de las sociedades campesinas, la conflictividad ha sido algo consustancial en la historia de los regadíos. Las disputas y litigios por el reparto del agua, por la distribución de los gastos de mantenimiento, por el establecimiento de los turnos de riegos, etc.

Pese a ello, el consenso y la cooperación entre los usuarios han sido factores imprescindibles para la perduración de los sistemas hidráulicos, lo que generó normas consuetudinarias en el tiempo que permitieron administrar los recursos naturales de forma armónica.

El caso concreto del trallo ha perdurado hasta el presente como ejemplo de otros acuerdos ritualizados similares que existieron en el mapa de los regadíos aragoneses pero que a día de hoy están perdidos.

Tanto Olona como Escuín destacaron que esta declaración haya sido impulsada por las propias organizaciones y las localidades vinculadas al trallo, como una forma de salvaguardar y reconocer la representatividad y la singularidad de esta norma consuetudinaria en el contexto de la Ribera Alta del Ebro y de esta forma «defender y conservar este uso y costumbre del agua». T