La residencia de ancianos Zenón Almau de Pedrola recibió el pasado jueves 21 de enero la primera dosis de la vacuna contra el covid-19. Una medida muy esperada en el centro y el municipio de la Ribera Alta del Ebro. Todos los residentes y trabajadoras aceptaron la vacuna. Las instalaciones se encontraban preparadas según las pautas marcadas desde atención primaria con la habilitación de una sala amplia, ventilada, con fácil acceso y respetando las distancias de seguridad mínimas. Los sanitarios Raúl Miguel y Elena Serrano supervisaron la correcta preparación y organización para que todo el proceso se realizase satisfactoriamente.

La primera persona en vacunarse fue Ascensión Tajada, residente que cumplió el pasado 31 de diciembre 101 años, lleva en la residencia 14 años y disfruta de una excelente salud. Ascensión, a su edad, irradia serenidad, alegría y estaba muy ilusionada con ser la primera en vacunarse en el centro de mayores.

Comenzó así una nueva etapa, más esperanzadora y en la que se empieza a ver el comienzo del final de unos duros meses de trabajo, en los que tanto residentes como trabajadoras de la residencia han tenido que paliar situaciones muy adversas.

Desde la dirección del centro se apeló a «la responsabilidad individual» y se animó a que «la población se vacune para conseguir la inmunidad y nuestro colectivo pueda recuperar la calidad de vida perdida». «Esto no se consigue sin la colaboración de toda la ciudadanía», indicaron desde el centro de mayores.

PLAN MUNICIPAL DE APOYO

Ante la situación de crisis sanitaria, el Ayuntamiento de Pedrola ha destinado desde el comienzo de la pandemia distintas partidas presupuestarias para ayudar a la residencia Zenón Almau con los elevados costes que suponen las medidas preventivas tomadas en los últimos meses. El Plan Económico de Emergencia Social municipal establecía como eje prioritario la protección de los internos y trabajadores. En este sentido, apoyó la habilitación de zonas de aislamiento para residentes con síntomas, la adquisición de equipos y material de protección y el refuerzo de la limpieza y desinfección de la residencia, entre otras actuaciones. Medidas también que el consistorio llevó a cabo en edificios municipales y equipamientos públicos, como el colegio o la escuela infantil. El centro de mayores cuenta con un protocolo de medidas de obligado cumplimiento, tanto para el personal laboral como residentes, con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio.

Además, el Ayuntamiento de Pedrola cerró a los vecinos del municipio el parque del Tío Gregorio para ser utilizado exclusivamente por los mayores de la residencia con el fin de que estos pudieran disponer de una zona de esparcimiento segura dado el carácter de población de alto riesgo frente al covid-19. T