Después de catorce años de silencio las campanas de la iglesia de San Pedro Apostol, en Alforque, volvieron a repicar desde la torre acompañando a la procesión de las fiestas de Santa Prudenciana, el pasado mes de mayo, de acuerdo con sus más antiguas tradiciones.

El preocupante estado en el que se encontraba la torre del citado templo, que incluso amenazaba con caerse, obligaron hace algo más de una década a desalojar las dos campanas, que se guardaron en el interior de la iglesia.

También se tuvieron que derruir aproximadamente dos metros de la parte superior de esta estructura, especialmente agrietados, y se protegió la zona con una cubierta provisional. Los trabajos de restauración a los que se sometió la torre durante el mes de abril han devuelto a la construcción mudéjar toda su belleza y esplendor, además de su solidez. Estas obras han tenido un coste total de 46.000 euros, que fueron subvencionados en buena medida por la Diputación Provincial de Zaragoza.

La iglesia parroquial de Alforque, de estilo gótico y su citada torre mudéjar, está considerada como monumento cultural. A lo largo de los últimos ocho años los alforquinos han podido asistir a la paulatina reparación de este edificio.

En una primera fase se sanearon tejados y cubiertas, más tarde se arregló la fachada y posteriormente también se restauró la cúpula. Todos estos trabajos han supuesto un coste de aproximadamente 105.000 euros, una inversión que ha contado con financiación de la DPZ, el Arzobispado de Zaragoza y el propio Ayuntamiento de Alforque. La institución local ha contado además con la colaboración de sus habitantes, que no han dudado en responder a las campañas de recaudación de fondos.

El objetivo de la localidad es finalizar próximamente las actuaciones sobre el templo reparando el coro.

GLORIA ABADIA