La Sociedad Cooperativa Agraria San Miguel de Fuentes de Ebro lleva 41 años ayudando a los agricultores de la zona, teniendo como base los cultivos de forrajes, maíz y cereal de invierno.

Ahora, bajo la denominación CASMA, con la que la sociedad comercializa sus productos, se ha creado una sección especial dedicada a la promoción de las hortalizas, haciendo especial hincapié en un producto tan típico y poderoso como es "la cebolla blanca que no pica".

Este nuevo proyecto surgió con el fin de satisfacer las inquietudes de los socios, y arrancó aglutinando la producción de 18 de ellos a los que ya se han unido doce más. Desde la institución cooperativa se controla y se apoya la trazabilidad de todos los procesos, desde la semilla hasta la puesta en venta del producto, pasando por la logística y los análisis fitosanitarios, atendiendo así todos los cuidados que requiere un cultivo bianual tan relevante como es la cebolla.

"La cooperativa es de los agricultores y, por lo tanto, tiene la labor social de apoyarles para que puedan defender sus productos", explica Alfonso Beltrán, perito agrícola de la sociedad. Por ello, la institución compra el género al agricultor y se encarga de su comercialización, "intentando y logrando abrir nuevos mercados a la conocida cebolla de Fuentes", explica Beltrán.

Un millón de kilos de este característico alimento fuentino se distribuirán en la presente campaña, que se extiende desde el 15 de julio hasta la Navidad. A esta cifra se sumarán las ventas de otras empresas locales que compiten en el sector a pesar de estar unidas para promocionar este autóctono manjar.

CASMA ha contratado a diez vecinos para trabajar durante la campaña y ha adquirido una máquina de limpieza y calibrado de la cebolla con el objetivo de que su cultivo, transformación y venta se efectúe dentro del municipio, quedando el beneficio para los agricultores.

Integrar esta hortaliza en la sociedad cooperativa "sirve como respuesta y apoyo a la necesidad de dar un impulso para la agricultura, ofreciendo una nueva alternativa para la rotación y el cultivo tradicional", aclara Alfonso. Con ello se abren las puertas a una empresa en constante expansión que busca nuevas iniciativas bajo la denominación CASMA.

La próxima meta es conseguir para la cebolla blanca de Fuentes la Denominación de Origen. Con el fin de alcanzar este objetivo, la cooperativa San Miguel se declara abierta a todas las iniciativas y a la colaboración con otras empresas e instituciones que la avalen. Todo con el fin de ser competitivos y evitar imitaciones, que ya han surgido desvirtuando elementos tan característicos del producto como son el color o el sabor.

Un año de economato

Por otro lado, COVA es el nombre que recibe el economato de la sociedad cooperativa San Miguel, ubicado junto a la misma. Abierto hace año y medio "como respuesta a las inquietudes de los socios" -según el perito agrícola- ha tenido muy buena aceptación, especialmente entre quienes componen la sociedad, ya que acaparan el 70% de las ventas beneficiándose de un descuento adicional del 2% en sus compras.

Los objetivos de ventas se están satisfaciendo y, además de ofrecer un nuevo servicio, se han creado para su funcionamiento tres puestos de trabajo. Cabe destacar que se han realizado estudios comparativos de la tienda de la cooperativa agraria con supermercados del entorno, eligiendo 50 productos al azar, tanto de marcas blancas como conocidas, y, al margen de ofertas, las compras pueden resultar hasta un 12% más económicas en COVA, declaran sus responsables.

En definitiva, COVA y CASMA son las denominaciones que defienden los intereses de los agricultores en Fuentes y parte de su entorno.