El grupo de dance de Velilla visitó la ciudad de Valencia el pasado 24 de abril, invitado por la Casa de Aragón de esta ciudad que tiene la costumbre de convidar a alguna agrupación folclórica de nuestra comunidad autónoma a actuar para ellos, con motivo de la celebración de la festividad de San Jorge.

En este caso, la iniciativa que hizo posible este viaje surgió de una persona particular, Pablo Gómez, miembro de la citada Casa y residente en Valencia pero prácticamente velillano de adopción puesto que la familia de su esposa procede de este pueblo y el matrimonio posee una vivienda en la localidad en la que disfruta durante los veranos. La contribución económica del Ayuntamiento de Velilla y la ayuda y organización de la Cofradía de San Nicolás de Bari, patrón del municipio al que está dedicado el baile, hicieron el resto. En la jornada señalada se desplazaron desde esta población dos autobuses, uno ocupado por los 24 danzantes de la agrupación, y otro con los 60 vecinos de Velilla que quisieron acompañar a su dance y de paso pasar un fin de semana en la ciudad anfitriona.

Era la primera vez que la Casa de Aragón invitaba a un grupo que no fuese de jotas, la tradición más característica con la que se relaciona a esta comunidad, y quedaron gratamente sorprendidos con el descubrimiento de este tipo de baile tan diferente. Hay que decir que los danzantes de Velilla iban bien preparados para la ocasión puesto que, además de haber ensayado las mudanzas concienzudamente, estrenaban nuevos y vistosos trajes: una túnica con calzón abombado, albarcas de esparto y sombreros en el caso de los cristianos y casaca, bombachos, zapatillas simulando babuchas y el típico gorro para los moros, todo ello realizado en telas de vivos colores y siguiendo el modelo de los trajes que estrenaron en 1962 cuando los danzantes de la época participaron en la inauguración de la iglesia en Quinto.

La actuación del dance de San Nicolás en Valencia fue todo un éxito. Se representó en la calle Ausi s March, una de las más céntricas de esta ciudad, prácticamente peatonal, donde se encuentra la sede aragonesa. Interpretaron mudanzas de palos, espadas y castañuelas ante un numeroso público que, formado por sus anfitriones y por habitantes de la ciudad que se detenían a disfrutar del espectáculo, admiraron la representación del dance.