Definir el trabajo artístico de Carlos Martínez, de Fuentes, no es tarea sencilla. Este joven, más conocido como Carlos Hollers (nombre que hace referencia a las canciones que cantaban los esclavos negros norteamericanos mientras trabajaban en los campos de algodón), lleva a cabo múltiples actividades, eso sí, todas ellas relacionadas con su pasión: la música electrónica.

Reconocido como uno de los mejores y más innovadores DjIs de España, comenzó a "pinchar" discos a los 14 años en discotecas como la sala A-zzero, hoy desaparecida, un local "pionero" explica, que introdujo el acid-house a finales de los ochenta. Las horas que pasó allí pegado a la cabina del Dj le hicieron ganarse el sobrenombre de "el niño del A-zzero", recuerda.

Con el apoyo de su cuñado compró su primer equipo. En aquella época Carlos trabajó en el Obbe, en Epila, convirtiéndolo en un local de referencia en Zaragoza. "Los tres años que pasé poniendo música allí fueron decisivos para mi carrera", apunta

Tras más de una década de sesiones Carlos ha recorrido las principales salas aragonesas y un buen número de clubes españoles, pero no se conforma con su éxito en este campo y se ha interesado por explorar otras facetas de la música. Así, investiga nuevos sonidos y trabaja en la composición de sus propios temas. Los últimos años también los ha dedicado a estudiar piano para adquirir las herramientas que le permitieran actuar con grupos de blues, new age, jazz etc., e incluso produjo su, de momento, primer y único tema, incluido en el disco "Noah Red"del grupo cultural "Dies Irae".

Sus aficionados podrán disfrutar de su arte el 8 de mayo, en una sesión techno en Pina.

GLORIA ABADIA