Aunque menos conocidas que las de sus vecinos del Bajo Aragón, las Semana Santa de varios pueblos de Zaragoza y la Ribera Baja también saca a las calles procesiones acompañadas del atronador ritmo de tambores y bombos. Concretamente Fuentes de Ebro, Pina, Quinto, La Zaida y Escatrón son las localidades de la zona en donde se manifiesta esta impresionante mezcla de fe y tradición.

En el caso de Fuentes, hasta mil quinientos de sus vecinos se agrupan en las cinco cofradías con las que cuenta el municipio, entre la de San Antón, la del Cristo Crucificado, la del Nazareno, La Dolorosa y el Santo Entierro, y en las impresionantes procesiones que recorren sus calles el Domingo de Ramos y el Viernes Santo suelen participar más de quinientos cofrades.

De acuerdo con una antiquísima costumbre, la procesión del Domingo recibe el nombre de "la bajada de los santos", puesto que en su recorrido se desplaza hasta la ermita de Santa Bárbara, ubicada a las afueras del pueblo, y allí recogen los pasos, previamente depositados con este fin, y los trasladan hasta la iglesia parroquial.

En Pina de Ebro son seis las cofradías que participan en las procesiones. En el caso de este municipio las agrupaciones del Cristo atado a la Columna, Jesús el Nazareno y el Cristo Yacente se turnan para cubrir con su impresionante presencia en las calles del pueblo todos los días de la semana, hasta llegar al Jueves Santo en que tiene lugar la "rompida de la hora", y al Viernes Santo, jornada en la que a las citadas cofradías se unen las de San Juan, la Guardia Pretoriana y la Virgen de la Soledad para llevar a cabo procesión del Santo Entierro, un recorrido que se realiza de forma conjunta y que discurre por buena parte del casco urbano. Su duración puede extenderse hasta más de dos horas.

La Semana Santa concluye en Pina la mañana del Domingo de Resurrección, con la escenificación del denominado Encuentro.

Quinto cuenta con dos cofradías que participan juntas en las procesiones del Jueves y Viernes Santo: la cofradía de La Sangre de Cristo y la de la Dolorosa. La primera de ellas tiene una antiquísima tradición a sus espaldas que se remonta hasta el siglo XVIII, cuando fue fundada con el objetivo de asistir a los enfermos sin familia, y hacerse cargo de los difuntos que no tenían quien se ocupase de ellos.

En cuanto a la Dolorosa, esta hermandad cuenta también con un complejo entramado de tradiciones, entre las que cabe destacar la de que la imagen de la Virgen cuenta con siete "esclavas principales", que son encargadas de su cuidado todo el año, y muy especialmente en estas fechas. Desde que hace tres años incorporará los tambores y bombos en sus procesiones, se abrió también a la participación de los vecinos de sexo masculino.

La Zaida tiene una tradición de cofradía y procesión corta pero firme: hace tres años un joven de esta localidad, gran aficionado a estas manifestaciones religiosas, consiguió que se creara la agrupación de Nuestra Señora de los Dolores. Desde el 2 de abril, Viernes de Dolores, esta cofradía participará en algunos de los actos programados para la Semana Santa entre los que destacan la Rompida de la hora del Jueves Santo y el toque de duelo del sábado por la mañana, que empezará a mediodía. A las 19,00 horas tendrá lugar la procesión de la Soledad y, una hora después, el fin de toque.

La procesión del encuentro, el Miércoles Santo abrirá la programación oficial de estos días hasta el Domingo de Resurrección, cuando se pondrá fin a estos días de recogimiento con la misa de Pascua.

Finalmente Escatrón cuenta con la agrupación dedicada a la Oración del Huerto, al igual que sus vecinos del Bajo Aragón, sus procesiones siempre han transcurrido acompañadas por el sonido de bombos y tambores, y cada uno de los cuarenta cofrades que participan en las mismas portan uno de estos instrumentos. A lo largo de la Semana, la agrupación recorre las calles de la localidad en cinco ocasiones, cada una de ellas representando un paso de la Pasión.

Todos municipios de la zona viven sus tradiciones religiosas con fuerte devoción.

G. A.