El pasado 7 de julio un buen número de vecinos de Gelsa respondieron al llamamiento de su ayuntamiento para manifestarse en la plaza situada frente a la Casa Consistorial en protesta por el paso a través de su localidad de camiones cargados con residuos industriales.

Estos vehículos comenzaron a circular por el interior del casco urbano, lo que por otra parte es necesario para acceder a la carretera N-232, varias semanas antes. Los desechos que transportaban eran especialmente molestos puesto que despedían un olor muy desagradable. La situación se vio agravada en los últimos días cuando varios de los camiones depositaron su carga en un campo vecino a la localidad, con lo que a las molestias de los malos olores se unió un posible peligro para la salud pública.

Por todo ello, el consistorio decidió pedir la intervención de las autoridades en materia de medio ambiente. De hecho, cuando se produjo la citada manifestación el problema ya había sido subsanado. Sin embargo, los habitantes de Gelsa no renunciaron a manifestar notoriamente su postura en contra de los vertidos permaneciendo varias horas en silenciosa protesta.

GLORIA ABADIA