Con la reciente renovación de varios de los componentes de su planta potabilizadora de agua, el municipio de Quinto se ha asegurado de disponer de este vital elemento con todas las garantías de calidad durante al menos los próximos cuarenta años.

La necesidad de llevar a cabo esta remodelación se acusó cuando la empresa Gestión de Aguas pasó a hacerse cargo del suministro en los pueblos de la Ribera Baja del Ebro, entre ellos Quinto, aunque lo cierto es que el ayuntamiento ya tenía previsto actuar sobre estas infraestructuras. Y es que por una parte el equipo de filtrado de la depuradora, que había sido reemplazado hacía doce años, se encontraba completamente oxidado, y por otra el sistema de válvulas y limpieza estaba sumamente deteriorado, lo que había motivado que en los últimos tiempos se suministrara al pueblo un agua sin filtrar, y por lo tanto de escasa calidad.

Los trabajos que debían realizarse se determinaron mediante una memoria de obras elaborada por el gabinete que habitualmente colabora con esta localidad, y José M Porroche, concejal de obras públicas del municipio, fue el encargado de organizar y coordinar los trabajos.

De acuerdo con lo que se determinaba en el estudio, se han reparado los denominados decantadores que son dos recipientes a los que llega el agua desde el depósito que la recoge del río y donde mediante palas rotativas y la adicción de productos químicos se deposita el limo del líquido en el fondo. Siguiendo el recorrido del proceso de depuración, el agua, limpia de sus primeras impurezas, se deposita poco a poco en un recipiente de 1.800 metros cúbicos, a partir de este depósito comienza el sistema de filtrado propiamente dicho, sistema que ha sido completamente reemplazado por uno nuevo mucho más eficaz y sencillo y cuyos componentes han sido realizados en acero inoxidable, material más caro pero que proporciona una mayor vida útil. A continuación el agua se eleva mediante una bomba al depósito de copa, construcción que también ha sido remodelada, cambiándose las tuberías que se encontraban muy deterioradas, reemplazando las viejas escaleras de acceso y dotando a estas de tramos de descanso y barandillas de seguridad.

En total las obras han durado algo más de un año, periodo durante el cual se instaló un cabezal de filtraje provisional que ha proporcionado un agua aceptable, aunque a partir de ahora aún será mejor. El coste final de todos esto trabajos ha ascendido a 125.000 euros, una parte de los cuales será subvencionado por el Instituto Aragonés del Agua, perteneciente al departamento de Medio Ambiente de la DGA.

El Ayuntamiento de Quinto tiene previsto completar estas reformas dentro de un tiempo, mejorando la capacidad del transformador eléctrico que alimenta la planta potabilizadora.

GLORIA ABADIA