En la próxima edición de las fiestas de Alborge en honor a San Lorenzo, que se celebrarán del 7 al 11 de agosto, los vecinos de esta localidad y todos aquellos visitantes que se acerquen en estos días hasta la población tendrán la ocasión de disfrutar de algunas novedades.

Por una parte podrán asistir a la recuperación, después de cinco años, de las denominadas carreras de cintas y maletas, dos divertidas competiciones que han formado parte del programa de festejos desde hace décadas.

En el caso de la carrera de cintas, se trata de una curiosa costumbre destinada en sus orígenes a facilitar la relación entre los mozos y mozas solteros. Según la tradición, las muchachas de la localidad bordaban o pintaban en una cinta de tela el ofrecimiento de un premio en forma de baile, beso etc.... Todas estas las cintas se sujetaban con imperdibles a trozos de caña que, provistos de anillas, se colgaban en una cuerda atravesando la calle en la que iba a celebrarse la competición, tradicionalmente la Calle de las Almas. Bajo la cuerda se situaba una rampa que oscilaba al paso de los mozos, y éstos tenían que cruzarla con suficiente habilidad como para hacerse con una de las cintas, tras lo cual, y una vez identificada su propietaria, tenía derecho a exigir el pago del premio.

En cuanto a la carrera de maletas, se celebraba el día de San Lorenzo y tenía un carácter más burlesco. En este caso los participantes corrían subiendo la misma empinada calle que en la competición anterior para hacerse con una de las maletas previamente preparadas, repletas de ropas y vestidos viejos. Una vez logrado su botín los jóvenes tenían que disfrazarse con los atuendos conseguidos y continuar la fiesta de esta guisa.

El hecho que motivó la supresión de estas dos simpáticas competiciones del programa de fiestas hace un lustro fue la falta de una nueva generación de jóvenes que relevase a los que, hasta ese año, habían tomado parte en las pruebas y que ya por aquel entonces eran casi cuarentones.

El esfuerzo de la Comisión de Festejos de Alborge para recuperar las carreras se ha centrado en conseguir que estos últimos mozos participantes se encarguen de la organización, sean los primeros contendientes y animen con su ejemplo a la nueva generación de muchachos.

Otra novedad de este año, que también parte de una antigua celebración, es la del carnaval. Esta fiesta siempre ha tenido gran acogida en Alborge y, recogiendo esta tradición, se ha organizado una fiesta de disfraces dedicada a los años setenta a cuya participación están invitados los vecinos de todas localidades cercanas.

GLORIA ABADIA