Los Servicios Sociales de la Comarca de la Ribera Baja del Ebro han atendido ya a más de 1.600 usuarios a lo largo de este año y medio que llevan en funcionamiento. Estos servicios, que ya se han consolidado, se definen como un primer nivel de atención a las problemáticas sociales de los individuos y la familia a través de programas y servicios. Actualmente, el departamento tiene cinco trabajadores sociales, dos educadores, dos auxiliares administrativos y 15 auxiliares de hogar.

El 1 de enero del 2003, tanto el Servicio Social Base de Pina como el de la Mancomunidad se unificaron y realizaron el primer estudio de necesidades y el primer programa conjunto. Ana Guillén se encarga ahora de la coordinación del servicio y hace un balance "muy positivo" de este año y medio. "De momento --añade-- tenemos el armazón pero hay que seguir trabajando, aunque llevamos buenas zapatillas".

Las prestaciones básicas que se ofrecen son muy diversas. Destacan los planes integrales para la radicación de la pobreza y la integración de los inmigrantes; la atención y educación a las personas válidas; los servicios de ayuda a domicilio como la teleasistencia; los apoyos a la unidad de convivencia resaltando los centros de día y ayudas de urgencia; ´divervacaciones´, servicios a la de asesoría psicológica,...

Existe, además, una gran preocupación y sensibilización en la comarca, como refleja la partida del presupuesto que se eleva a 481.768 euros, más la prestación de los ayuntamientos.

Según la coordinadora, "cada comarca tiene su propia autonomía y posee libertad para ajustarse a las necesidades que más se demandan en su territorio", como resume Ana Guillén en una frase: "Cada una puede hacer de su capa un sallo".

Estos servicios se dirigen a toda la población. De hecho, los datos hablan por sí solos. Se han atendido a más de 1.600 usuarios, más de 400 niños han participado en actividades preventivas pero, sin duda, lo más destacado es el centro de asesoría psicológica a la mujer.

"Nuestro propósito para que tuviese un buen funcionamiento consistía en atender ocho horas mensuales, sin embargo, lo hemos superado con creces, ya que llegamos a las 24 horas". Otro dato positivo ha sido la desaparición de la lista de espera de la ayuda a domicilio que han solicitado 93 familias.

Las previsiones para estos cinco meses se basan principalmente en acabar los proyectos que están en marcha. Uno de ellos es la apertura de un aula socio-cultural en Escatrón debido al buen funcionamiento que ha tenido en el municipio de Quinto. Ana Guillén hace hincapié en un proyecto sobre la inmigración que lleva en marcha casi dos años. "Pretendemos hacer un estudio sobre la situación de estas personas y realizar una guía para conocer los recursos que necesitan". En definitiva, "sensibilizar a la población para crear actitudes positivas para la integración".

REBECA VIDAL