Organizadores, ayuntamientos, vecinos y visitantes están de acuerdo en que la primera fiesta de la comarca Ribera Baja del Ebro, que se celebró en Pina de Ebro el pasado 19 de junio, fue "todo un éxito". De acuerdo con el programa de actos preparado, desde las 11 de la mañana cuando los alcaldes de los diez pueblos que componen la comarca encabezados por la presidenta de la misma, Felisa Salvador, abrieron la celebración, hasta más allá de las cuatro de la madrugada, hora a la que los últimos jóvenes que asistían en el campo de fútbol al festival de música se rindieron al frío de la noche, los actos se sucedieron uno tras otro, con una casi perfecta puntualidad y contando con la asistencia de un numerosísimo público.

Los deportistas fueron los más madrugadores. Más de 200 personas participaron en la carrera popular organizada por el Servicio Comarcal de Deportes que daba comienzo a las diez de la mañana, y varios centenares más estuvieron presentes en la entrega de trofeos que, para celebrar el fin del curso deportivo, llevó a cabo un año más el citado Servicio.

Mientras tanto la actuación de los gaiteros de Quinto y las bandas de Sástago, Escatrón y Pina, que recorrieron las calles del pueblo interpretando su música, avisaron a todos los vecinos del comienzo de la fiesta. Muchos acudieron a la plaza de España en donde se unieron a los grupos de visitantes de otras localidades para pasear entre los stands expuestos al público: el taller de cestería, el de labores de bolillo que dio cita a un gran número de expertas en esta artesanía, los puestos de diversos comercios de la comarca, etc. Entre tanto se celebraban también en la plaza el campeonato de guiñote de la tercera edad que cosechó un gran éxito.

A la vez podían visitarse las exposiciones ubicadas en el pabellón polideportivo, la de manualidades que englobaba un gran y variado número de estos trabajos; la de indumentaria aragonesa que mostraba trajes y mantones confeccionados por las alumnas de este taller impartido en diversas escuelas de adultos; la exposición de cuadros del pintor gelsano Alfonso Crespo; los cuchillos y navajas sastaguinos de la Armería Liso; la muestra fotográfica de los Amigos del Monasterio de Rueda sobre este magnífico monumento, etc.

Además, a lo largo de todo el pueblo y en sus más variados parajes, los pintores participantes en el concurso de pintura rápida preparaban sus trabajos con una maestría y velocidad que dejaban asombrados a los observadores. No pocos cuadros fueron adquiridos por paseantes antes de abandonar el caballete. La Asociación Cultural El Marrán, responsable de la organización de este certamen, recibió la grata sorpresa de ver como los 18 participantes apuntados en un principio se convertían en 45, todos ellos artistas de gran calidad y algunos profesionales de este tipo de arte.

Y para los más pequeños, junto a las piscinas municipales se instaló un impresionante juego de castillos hinchables que fueron muy visitados a lo largo de toda la jornada.

Llegada la hora de la comida, el parque de la arboleda previamente equipado con mesas y sillas dio cabida a los más de 2.500 comensales que disfrutaron de la sabrosa paella servida, pero sobretodo de la convivencia y la fiesta con sus convecinos.

Y por la tarde, tras un breve descanso para hacer la digestión, siguió la fiesta. En esta ocasión los actos se centraron en cuatro puntos: por una parte la iglesia parroquial de Santa María la Mayor, donde tuvo lugar una espectacular sesión de música clásica a cargo de las orquestas laudísticas de Sástago y Escatrón, las Juventudes Musicales del Baja Aragón y la Coral de Pina.

Mientras, los jóvenes tenían a su disposición, en el campo de fútbol, un amplio y variado surtido de actividades: campeonatos de futbolín, exhibición de break-dance, concurso de monólogos en el que miembros de los grupos teatrales "La Birolla" de Pina y "Quintus Teatrae" de Quinto interpretaron divertidos textos, tiro con arco, escalar en un rocódromo hinchable o de practicar el graffiti, etc. La variada oferta había atraído la atención de 600 personas cuando los organizadores agotaron los boletos para contabilizarlos.

La plaza de toros fue el tercer enclave protagonista de la tarde. Aquí, abarrotada de público, el grupo Bravura Maña ofreció una nueva muestra de los increíbles recortes, saltos y acrobacias frente a las vaquillas que son su especialidad.

Por supuesto, en una fiesta organizada en Pina de Ebro no podía faltar una actuación de su grupo de jota, Miramón.

La noche se llenó de música con verbena en la plaza, y conciertos de techno y una disco móvil en el campo de fútbol como broche final.